Los Uberchoppers, como se refieren a ellos, ya estuvieron en oferta durante el pasado CES de Las Vegas. Ofrecían vuelos por el strip, la calle principal, por 99 dólares. Su primera prueba fue durante el festival Coachella de 2014. La diferencia es que Travis Kalanick, fundador de la start-up de San Francisco, no quiere hacer una subcontrata con empresas locales, normalmente dedicadas al turismo. Este fin de semana, en el festival de cine de Sundance, van a volver a ofrecer este transporte que evita atascos en carretera. El trayecto irá del aeropuerto de Salt Lake City hasta Park City, donde se celebra el evento. Según Uber el viaje será de un cuarto de hora. El precio será de 200 dólares si es de día, y 300 en la noche. Como cortesía añadirán un coche todoterreno para el tramo desde el helipuerto al hotel o destino deseado.
Es una tarifa mucho más asequible que la primera vez que probaron a volar. Fue un viaje de Nueva York a los Hamptons, en la festividad del 4 de julio de 2013, por 3.000 dólares, aunque permitían subir hasta cinco pasajeros.
Este movimiento cambia la estrategia de la compañía, valorada en más de 50.000 millones de dólares. Si con los coches, mucho más económicos, prefería compartir la tarifa con los conductores, dueños de los vehículos, en el aire serán del fabricante. Airbus, por su parte, pretende ganar en imagen en Estados Unidos, donde la aviación se ve como parte de la industria armamentística más que comercial.
Uber no solo ofrece una alternativa al taxi, aunque sí es su producto más popular. Comienzan a postularse como mensajeros, por lo que es normal ver por la mañana a coches de Uber entregando compras online en domicilios.
A mediodía, en varios barrios de San Francisco tienen un menú, con pocos platos, pero a precio fijo y de entrega casi inmediata. Periódicamente, ofrecen gatos en adopción o helado para ver una película al mismo tiempo.
Durante el ArtBasel de Miami se adaptaron para ofrecer lanchas. Algo que también lo hacen en Turquía. En India cuentan con los icónicos rickshaws, algo así como bicitaxis. En Colombia, su base de operaciones para América Latina, ofrecen un abanico de servicios que ha convertido Bogotá en su campo de experimentos.