Tras el estrés que representa el nacimiento, es elemental brindarles a estos bebés no solo atención de calidad sino incluir el cuidado cariñoso de sus padres, familiares y cuidadores, pues el contacto estrecho, y de ser posible piel a piel, contribuye a que los recién nacidos prematuros sobrevivan y se desarrollen con salud.
Esta son algunas de las recomendaciones que la asociación de padres de bebés prematuros compartió en una charla virtual con el objetivo de concienciar acerca de la prematurez (que se refiere a los nacidos vivos antes de las 37 semanas de gestación), que es considerada la principal causa de muerte neonatal, y la segunda causa en menores de cinco años.
En el marco de esta actividad, María Esther Gómez, especialista en el área de neonatología, dio a conocer los procedimientos de atención inmediata al nacimiento que reciben los considerados prematuros, y afirmó que estas prácticas están cada vez más personalizadas y humanizadas.
Los procedimientos son, en orden cronológico, la evaluación inicial, secado y abrigo, identificación del recién nacido, aspiración de secreciones, no uso de sonda solo ante necesidades, ligadura del cordón, asepsia, puntuación de Apgar (prueba que evalúa la frecuencia cardíaca del bebé, su tono muscular y otros signos para determinar si necesita ayuda médica adicional o de emergencia).
Seguidamente, se debe realizar un examen de antropometría, profilaxis de las EHRN con vitamina K, vacuna para evitar la hepatitis B, profilaxis oftálmica, examen físico general y segmentario, cálculo de la edad gestacional, evaluación del nivel de cuidado, inicio del amamantamiento dentro de las primeras horas de vida -si se puede-, el apego, información a los padres, y completar la historia clínica perinatal.
En este sentido, el Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) de la OPS aboga con los equipos de salud para promover el rol activo de las familias y aumentar la participación de los padres en el cuidado de los prematuros, una práctica que también se lleva adelante en nuestro país. “En el acompañamiento de estas primeras horas de vida se va integrando a los padres y familias”, afirmó Gómez.
Para los profesionales de atención inmediata la prioridad es el bienestar del recién nacido prematuro e interferir lo mínimo necesario en la adaptación de la vida extrauterina. Para finalizar, la profesional encargada de la charla enfatizó en que es importante realizar el primer control prenatal antes de las 12 semanas para identificar factores de riesgo de parto prematuro e ir generando conciencia para que estos bebés puedan sobrevivir y alcanzar su máximo potencial de salud y desarrollo.