La evolución de los pagos de efectivo a digital es una realidad, y con el paso del tiempo son más las personas que recurren a soluciones o métodos digitales, para realizar compras, pagos, entre otros.
El Estudio del Comportamiento de Pagos del Consumidor en América Latina, realizado por MasterCard en 2023, demostró que un 77% de los consumidores ha utilizado pagos electrónicos.
Las tarjetas siguen siendo el medio preferido en tiendas físicas (44%) y en línea (54%), pero también hay una tendencia importante de crecimiento en la adopción de nuevos métodos de pago, como las carteras digitales, donde el 50% de los latinoamericanos utilizan billeteras digitales habilitadas con tarjeta. Un 55% de los consumidores utilizan el método de pago de débito, según una publicación de Bloomberg.
Para Raúl Alvarenga, presidente de la Cámara Paraguaya de Medios de Pago (CPMP), “la pandemia actuó como un catalizador para la adopción de pagos digitales en Paraguay y en todo el mundo, una tendencia que continúa creciendo y promete mantenerse en los próximos años”.
Asimismo, Sixta Salinas, directora ejecutiva de Bepsa, mencionó que “la dinámica y velocidad de los pagos digitales transforman el uso del dinero, tanto en transacciones nacionales como internacionales. La seguridad sigue siendo clave para evitar fraudes, pero a nivel regional se está apostando por la interoperabilidad”.
Desde la red de Bepsa del Paraguay, los medios de pago digitales mostraron un crecimiento superior al 85% respecto al mismo periodo del 2023, lo que demuestra una preferencia de los paraguayos en realizar pagos y compras de manera digital.
Desde la Cámara Paraguaya de Medios de Pago aseguraron que las tarjetas plásticas siguen siendo la opción más utilizada para realizar compras o pagos, especialmente en transacciones de mayor valor, por otro lado, el QR va ganando terreno rápidamente, gracias a su comodidad y facilidad de uso.
El futuro de los pagos digitales
Experiencia omnicanal: los usuarios esperan poder pagar desde cualquier dispositivo, ya sea en tiendas físicas, sitios web o aplicaciones.
Interoperabilidad: la clave para un ecosistema de pagos sin fricciones es que las diferentes soluciones sean compatibles entre sí.
Seguridad: la protección de los datos y la prevención del fraude son fundamentales para ganar la confianza de los usuarios.
En cuanto a los beneficios que aporta a las empresas y los consumidores, Alvarenga destacó: “El usuario, comercio y el propio Estado se ve beneficiado a partir de la trazabilidad de las operaciones. Las empresas ven en los pagos electrónicos una forma más eficiente de gestionar sus recursos y al usuario le aporta mayor comodidad y seguridad, además con ellos pueden acceder a otros beneficios como descuentos y promociones, con lo cual el atractivo aumenta”.