Rivas indicó que en Paraguay existen dos fabricantes de café (Mayo y Belén). “El mercado no es el más feliz porque tenemos 40 grados de calor”, expresó.
A pesar de ello, en los últimos tiempos, la tradición se fue extendiendo en las oficinas, aun con un clima cálido, desde que se instalaron los horarios continuos de trabajo, que invitan a disfrutar de un reconfortante café a cualquier hora.
Y la pandemia no frenó ni afectó la dinámica comercial del café, dado que se trata de un rubro alimenticio. Al respecto, la empresaria, comentó que contrariamente a lo sucedido con otros productos, la pandemia aumentó el consumo de la bebida. “Nosotros no despedimos personal y seguimos trabajando”, afirmó.
Por otro lado, contó que antes de la pandemia tenían proyectos de expansión pero la situación que se presentó suspendió los planes de inversión, por el riesgo que significa sacar al mercado un nuevo producto.
“Tenemos miedo de hacer inversiones que el día de mañana nos cueste. Una vez que lanzamos un producto no podemos retirarlo porque nuestra marca tiene muchos años en el mercado”, sostuvo.
Con respecto al sello único de la marca Mayo, resaltó que “son 55 años de industria nacional”. También agregó que anteriormente se comercializaba café crudo, pero hoy en día la soja es una competencia que la desplaza, por ser un cultivo de mayor rentabilidad para el agricultor.
Y, de hecho, aseguró, la tendencia de reemplazar soja por café se está viendo en el Brasil. “Pero el café es lo que nos gusta hacer y es lo que importa”, remarcó.
Sobre el consumo en el país, dijo que estiman que 1 tonelada es lo que se vende de café en general en el mes. “Estamos hablando de 1 tonelada mes con las dos marcas nacionales. Y sumale media tonelada de café soluble”, expresó.
Sobre el mercado actual, refirió que la gente prefiere la practicidad en lugar de cumplir con los procesos del preparado de café. “Nadie quiere complicaciones y el café tiene todo un procedimiento: moler y todas sus vueltas. El que es cafetero no agarra el soluble y toma su café”, expuso.
Asimismo, tanto la copia de costumbres foráneas como la aparición de máquinas industriales para este ritual permitió que tomar esta bebida se haya vuelto habitual en las oficinas.
“Se abrieron más cafeterías. Antes no existía esa costumbre. Aparte, el 90% de las empresas tienen horario corrido, lo cual ayuda al consumo de café. Hay máquinas que muelen el café, y vino la moda de alquilarlas”, relató.
El eslogan de Café Mayo es Charlemos, porque “el café hoy día también significa eso, reunirse con amigos. Los negocios ya están cerrados con aire acondicionado”, ilustró.