Según Girala, el encierro de aquel tiempo los obligó a reinventarse y prepararse ante lo que sería el inicio de una compleja faceta de la economía. “Los negocios domésticos dieron la bienvenida al mundo del emprendedurismo a valientes y atrevidos que sacaron provecho a sus talentos y aficiones para salir adelante”, relató.
Fue ese el contexto en el Girala, joven empresario autodidacta −que hasta entonces estaba vinculado a servicios tecnológicos, comunicación y bienes raíces− visualizó una oportunidad en la que explotaría su afición por la gastronomía, dando inicio a la empresa Foodcon.
“Foodcon es una empresa creadora y desarrolladora de negocios culinarios. Somos un equipo de personas que suman sus talentos para lograr buenos resultados. Es decir, más allá de la operación de restaurantes y servicios de catering, lo que hacemos es guiar a quienes quieran invertir en este rubro y no saben por dónde empezar”, explicó.
Desde la empresa ofrecen almuerzos, cenas o servicios de catering para reuniones o eventos de empresas y distintas organizaciones. Estos pueden ser fuera o dentro del local. A futuro prevén trabajar con inversionistas que deseen crear modelos de negocio franquiciables y ampliar su actividad al sector hotelero.
En cuanto a la evolución de la firma, el emprendedor señaló que el primer trimestre de este año arrancó desafiante, pero gracias a la ampliación del espacio y consecuente aumento en la capacidad de aforo, el mismo terminó con un pico de subida de ventas a mediados de febrero, que continuó hasta marzo.
Durante el segundo trimestre hubo un aumento del 111% respecto al primero. Luego, en el tercer trimestre experimentaron una significativa pero no perjudicial baja. “Estimamos que cerraremos el cuarto trimestre con un aumento de volumen de ventas de un poco más del 200% respecto al segundo trimestre”, afirmó. Con respecto al comercio electrónico, agregó que notaron un aumento significativo con el auge de ventas a través de aplicaciones de comercialización y delivery tercerizados.
Los inicios de La Mansión
En octubre de 2021, Distrito Petit Bar abrió sus puertas en una pequeña casa antigua ubicada en el centro de Villarrica, ofreciendo una buena variedad de pastas y comida casera, jugos naturales y minutas. En el ambiente se respira un concepto del típico pequeño bistró europeo.
“Al poco tiempo ya no había respiro, la gente formaba fila y salía a dar vueltas para esperar lugar. El local ya nos quedaba pequeño. Estábamos creciendo y necesitábamos más espacio. A la par que crecía el restaurante, también se posicionaba nuestra división de servicios de catering para eventos”, contó.
Cumplidos los seis meses de operación, Girala y su equipo cerraron un acuerdo para el arrendamiento de una antigua casona que queda a escasos metros del primer local, lo que dio lugar a Distrito La Mansión, que más allá de ser un restaurante se consolidó como un espacio cultural para compartir en un ambiente agradable.
Se trata de una hermosa mansión antigua que todos los días recibe a paraguayos y extranjeros, además funciona como salón de eventos particulares y empresariales.
El rubro gastronómico
Girala sostuvo que para que un negocio gastronómico funcione, este debe estar dotado de un concepto desde un principio, es decir, del conjunto de características que forman su identidad.
Esto sería desde la elaboración del menú, pasando por la ornamentación de los espacios, hasta la presentación de los platos a servir y la modalidad operativa interna a seguir. “No se trata de vender comida solamente, se trata de brindar a nuestros comensales una experiencia memorable”, subrayó.
Entre los desafíos del rubro mencionó, por ejemplo, el sobrellevar las temporadas bajas sin perder el mindset ganador, readaptarse al cambiante mundo de las exigencias de los clientes y crecer trae consigo responsabilidades cada vez más grandes.