"No nos gusta tomar esta determinación, pero somos más de 1.300 complejos deportivos que estamos con cero ingresos, y esta situación límite está llevando prácticamente a la quiebra a los socios. Además, la mayoría de los empresarios tuvieron que solventar los gastos con sus ahorros, ante la dificultad de acceder a los créditos, y esos ahorros ya no están o son insuficientes para afrontar todos los gastos", señaló.
Según Del Puerto, cada complejo maneja entre tres a siete funcionarios y factura entre G. 2.500.000 y G. 8.000.000, de acuerdo al día o si se realiza algún torneo corporativo o educativo. Si se hace un cálculo sobre ese monto mínimo, un local pudo haber dejado de percibir más de G. 300 millones en este periodo.
Para retomar sus actividades los complejos deportivos se mostraron dispuestos a no permitir la realización del famoso "tercer tiempo", “a pesar de que el 50% de la facturación de cada complejo se relaciona con las compras de bebidas o comidas”, explicó Del Puerto, quien aseguró que desde este lunes mantendrán esa misma condición.
"Los complejos tienen compromisos financieros que cumplir, porque no es económico instalar una cancha sintética, ya que una pequeña está por los G. 200 millones. Y en estos momentos los inversores igual están pagando las canchas y encima se debe tener al menos dos canchas para que el negocio sea rentable", indicó.
Sobre los horarios, Del Puerto afirmó que abrirán de 17:00 a 22:00 y cada grupo solamente podrá alquilar la cancha durante una hora. Además de esto, controlarán la temperatura, exigirán el uso de tapabocas, se prohibirá la presencia de espectadores, se tomarán los datos de todos los visitantes, se desinfectarán los espacios entre los turnos y no se habilitarán los vestuarios.