Si bien los gastos corrientes representan el mayor porcentaje de recursos desembolsados por los organismos del Estado (seguridad, salud y educación), también las amortizaciones de las deudas generan una carga pública importante. No obstante, a nivel de operaciones de capital, como obras de infraestructura, desde el inicio del segundo semestre la dinámica fue acelerándose y desde el sector privado esperan que las obras avancen.
"En el primer semestre del año se hizo el trabajo de verificar cuánto era la deuda pública con las empresas constructoras y hoy se puede decir que la cancelación supera el 90%", dijo Paul Sarubbi, presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa).
No obstante, el titular del gremio indicó que los niveles de inversión son mucho menores de lo que antes el sector tenía acostumbrado y eso tendría que retomarse para convertirse en una política de Estado y que el desarrollo en infraestructura no sea solo una medida de Gobierno.
Hasta antes de la pandemia, la inversión en infraestructura representaba alrededor del 4% del PIB y se aseguraba un desembolso en obras de US$ 1.000 millones anuales. "Para reducir el déficit que tenemos en infraestructura, debemos volver a esos montos; incluso tendríamos que manejarnos con alrededor de los US$ 1.500 millones al año", complementó Sarubbi.
El vocero mencionó que hoy todavía tenemos un atraso de entre US$ 25.000 millones y US$ 30.000 millones en infraestructura que debe ir reduciéndose. Entretanto, agregó que para explotar el grado de inversión lo ideal es brindar más conectividad al país.
Por último, Sarubbi dijo que a la fecha hay nuevos proyectos que se comenzaron a licitar, como por ejemplo la Ruta de la Soberanía, recapados, reparaciones, mantenimientos, sistemas de agua potable y saneamiento y algunas obras en Ciudad del Este. Aparte, se comenzó con el Corredor Bioceánico y la Ruta PY 012.