“El negocio de tejer nació desde que yo era muy pequeña, pero el negocio de las artesanías en hilo y poyvi nació en el 2019, con el propósito de que las personas puedan saber y apreciar lo bello de las artesanías”, expresó la propietaria Jazmín Quintana.
La micro empresa reutiliza los restos de textiles, lo cual son unidos unos a otros y luego crea piezas únicas tejidas en telares. “El tejido en crochet y amigurumi es lo que me apasiona, elegimos este rubro porque amamos las artesanías”, reveló.
Entre la oferta de la firma se encuentran alfombras que pueden ser realizados de forma personalizada, ya sea en colores, texturas y tamaños, lo cual genera un valor diferencial para el cliente. Los más solicitados son los posa tereré y las mantas de hilo.
“Hemos crecido bastante, diría que un 60% y nuestras proyecciones apuntan a un mayor mercado, a nivel empresarial”, expresó con respecto al crecimiento del proyecto en volumen de ventas en este primer semestre frente al mismo periodo del año anterior.
En manos de Artesana emplea directamente a cuatro familias de artesanos. “Trabajan con nosotros cuatro familias de artesanos y en Central para las ventas somos un equipo familiar: mamá, papá, dos hijos ya grandes y uno de 12 años que ya nos ayuda también”, comentó.
Por último, Quitana reconoció que los principales desafíos son la falta de materia prima -o su costo excesivo- para la realización de los artículos. “La satisfacción que tenemos es que a través de nuestras manos llega la artesanías a distintos lugares y más personas le están dando valor a eso”, concluyó.