Balbuena señaló que recuperar la profundidad del canal de navegación reducirá significativamente los sobrecostos logísticos que afectan tanto a las importaciones como a las exportaciones. Actualmente, la falta de caudal provoca demoras, restricciones de carga y un encarecimiento del transporte fluvial. “El 80% de la economía paraguaya se mueve por el río Paraguay, y estos trabajos resultan fundamentales para mantener competitivo al país”, destacó.
La obra abarcará la totalidad del tramo soberano y el tramo compartido con Argentina, dividido estratégicamente en tres lotes.
Lote 1: desde la confluencia con el río Paraná hasta el kilómetro 387, incluye puntos críticos como Paso Bermejo, Vuelta Queso y la zona portuaria de Villeta.
Lote 2: desde el kilómetro 387 hasta el 690, atravesará áreas clave como Remanso Castillo, Paso Villa Hayes, Pando y Paso Pedernal.
Lote 3: desde el kilómetro 690 hasta la confluencia con el río Apa, abarcando zonas como Paso Bretona, Arrecifes y Vallemí.
El contrato se ejecuta bajo la modalidad de contrato abierto, con un plazo de 36 meses. El volumen previsto de sedimentos a extraer va desde un mínimo de 1.500.000 m3 hasta un máximo de 2.000.000 m3 por lote, lo que representa un potencial de hasta 6.000.000 m3 removidos en toda la extensión del proyecto. “La intervención se planificó en función de la variabilidad hidrológica y de la necesidad permanente de mantener libre el canal de navegación”, explicó la ingeniera.
En materia ambiental, Balbuena informó que la Dirección de Gestión Socioambiental (DGSA) realizó una Evaluación Ambiental y Social Preliminar, que clasificó los trabajos como Categoría C, lo que implica impactos localizados y de corto plazo. Detalló que, según el Decreto 954/13, los dragados de mantenimiento no requieren una Evaluación de Impacto Ambiental completa, pero sí deben cumplir normas estrictas de mitigación y monitoreo permanente.
Para cumplir ese compromiso, el contrato incorpora un Plan de Acción Socioambiental (PASA) que establece medidas específicas de protección del agua y de la biodiversidad. Todo el material extraído regresará al propio lecho del río, evitando el vertido en desembocaduras o arroyos para no alterar los hábitats acuáticos. Además, las empresas deberán aplicar las Especificaciones Técnicas Ambientales Generales (ETAG 2023) para el manejo de residuos y combustibles.
La ingeniera también resaltó el enfoque social del proyecto. El MOPC ejecutará un Protocolo de Consulta y Consentimiento Libre, Previo e Informado con 11 comunidades indígenas ubicadas en los tramos intervenidos —como Riacho Mosquito, Boquerón Kue y San Carlos— en coordinación con el INDI. Asimismo, cada lote contará con profesionales responsables de ambiente, área social y seguridad laboral asignados directamente en obra.
Finalmente, Balbuena anunció la instalación de un moderno sistema de monitoreo con boyas, balizas y tecnología AIS, que permitirá señalizar el canal y garantizar operaciones seguras las 24 horas. Con este proyecto, el MOPC y la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) reafirman su compromiso de fortalecer el transporte fluvial y asegurar una logística eficiente, previsibilidad operativa y sostenibilidad ambiental para consolidar la competitividad del Paraguay.