Según Ricardo Saraiva, propietario de Revistería Nippur el descenso en la oferta de revistas en Paraguay está directamente vinculado a una cuestión comercial más extensa que va más allá del simple mercado de libros y revistas. “Creo que no es sólo del mercado de libros, sino de la demanda de papel y de insumos, que desde la pandemia subió mucho”, explicó.
Esta situación tuvo repercusiones significativas en los precios de los productos impresos, lo que llevó a una paradoja, si bien las cifras podrían indicar un aumento del consumo, en realidad esto podría estar reflejando más el aumento de los precios que un verdadero crecimiento en la demanda.
En Paraguay el mercado de las revisterías disminuyó considerablemente, y el testimonio de Saraiva reflejó este proceso de transformación. En el caso de la Revistería Nippur, el cambio implicó una reorientación hacia productos especializados, como los cómics y la literatura de ficción, fantasía y ciencia ficción.
Esto, según Saraiva, permitió a la tienda mantener su relevancia y conectarse con un nicho específico de consumidores que buscan experiencias que las plataformas digitales no pueden reemplazar. La digitalización jugó un papel fundamental en este proceso. “La lectura casual de revistas se trasladó casi por completo al ámbito digital” dijo el propietario.
La evolución del mercado también afectó la manera en la que las revisterías y librerías enfocan su negocio. La Revistería Nippur, por ejemplo, adoptó una estrategia centrada en la especialización y en crear un valor diferencial para un público específico.
“Fue una cosa medio por obligación, porque todas las situaciones estaban muy complicadas y nos enfocamos en algo que nos gusta y que entendíamos, como para ser un diferencial en ese aspecto”, manifestó Saraiva.
Este enfoque resultó en la creación de una comunidad de lectores apasionados por géneros que no siempre tenían espacio en la oferta tradicional de las librerías paraguayas. Además, la llegada de publicaciones de diferentes partes del mundo, como Argentina y España, ha ampliado las opciones para los consumidores locales, generando un mercado más dinámico y diverso.
Por otro lado, Vidalia Sánchez, de la Cámara del Libro de Asunción (CLAP) comentó que en el centro se abrieron nuevas librerías como Arandura “Estas son señales muy buenas”, enfatizó, reflejando su optimismo sobre el aumento del interés por la lectura. Estas iniciativas apuntan a satisfacer una demanda que, aunque aún limitada por el tamaño del mercado paraguayo, muestra señales de crecimiento.
Un aspecto destacado por Sánchez es el creciente interés por los cómics en Paraguay, que describe como “el boom del momento”. Las editoriales locales encontraron un nicho en la publicación de historietas, con ejemplos como Servilibro, que lanzó alrededor de 60 títulos, entre ellos adaptaciones de obras paraguayas como las de Roa Bastos, Carpincheros. Este género se convirtió en una herramienta educativa, especialmente en colegios, donde se utilizan tiras como Mafalda en guaraní para facilitar el aprendizaje del idioma.
En cuanto a la rentabilidad del negocio, Sánchez admite que no es un camino fácil. Sin embargo, reconoce que, a pesar de los desafíos, la venta de libros sigue siendo una actividad rentable en Paraguay, especialmente para editoriales que apuestan por producir y difundir contenido local. Aunque el mercado paraguayo aún está lejos de alcanzar cifras de países como México o España, donde las ventas son millonarias.