Quien sigue de cerca esta tendencia es Francisco Viveros, abogado, socio de Mayn Legal y experto en temas comerciales, económicos e industriales, con experiencia acompañando procesos de landing de empresas. Desde su rol, advierte que la complejidad creciente de los proyectos y la falta de asesoramiento están derivando en pérdidas que podrían evitarse con información y previsión.
“Son herramientas que existen hace muchísimo tiempo”, comenzó explicando. “Tanto las garantías reales, como las hipotecas; las garantías personales, como las fianzas; y también mecanismos más nuevos como los fideicomisos. Todas son figuras que están vigentes desde hace décadas. Pero el mercado de transacciones en Paraguay siempre fue sencillo… y ahora se está volviendo mucho más complejo”.
Según Viveros, esa complejidad trae consigo un problema y es que las empresas ya no están entendiendo del todo qué firman. Y eso, en un contexto de proyectos más grandes y montos más elevados, puede terminar en pérdidas importantes.
El apuro como enemigo: “Los comerciantes prefieren la velocidad antes que hacer mejor las cosas”
Consultado sobre los errores más frecuentes, Viveros señala uno en particular: la falta de pausa.
“Muchas veces los comerciantes prefieren acelerar el paso de sus negocios. No se asesoran, no evalúan todas las opciones y no se informan. Se apuran. Y ahí es donde se generan negocios rápidos, pero mal armados, que cuando las cosas empeoran no tienen garantías suficientes y terminan en pérdidas”, explica.
El abogado describió un patrón: decisiones que se toman sin análisis, documentos firmados sin leer y bienes comprometidos “sin dimensionar lo que significa habilitar su ejecución”.
Más negocios grandes, más riesgos: “Hoy es muy fácil hablar de millones de dólares”
Viveros confirmó que en los últimos años aumentaron los casos de empresas que pierden bienes o ven frustrados sus proyectos por una mala elección —o directamente por la ausencia— de garantías.
“Hay un aumento importante en pérdida o frustración de negocios por una mala elección o no elección de garantías. A medida que hay más negocios complejos, hay más caída de operaciones por falta de previsibilidad”, advierte.
La escala de los negocios cambió.
“Antes en Paraguay no se hacían inversiones tan millonarias, salvo empresas muy grandes. Hoy ya es muy sencillo hablar de millones de dólares. Hay proyectos de gran escala, de largo plazo. Ya no es más una transacción de corto plazo de montos menores. Ahí la previsibilidad se vuelve fundamental, y para tener previsibilidad necesitás garantías”.
Herramientas antiguas en un mercado nuevo
Aunque hipotecas, prendas y fianzas existen “desde antes del Código Civil”, el mercado recién ahora parece tomarlas en serio.
“La hipoteca es algo milenario, la prenda también, y la fianza igual. El fideicomiso está en nuestro ordenamiento desde 1996. Son herramientas viejas, pero recién ahora el sector de negocios está comprendiendo cómo funcionan”, señala.
Capacitarse para no perderlo todo
Para cerrar, Viveros enfatiza un punto que considera central:
“Es importante que exista un mayor acceso al conocimiento. Mucha gente no sabe cómo funcionan estas cosas. Incluso empresarios de gran capacidad económica muchas veces no entienden bien qué implica una garantía o cómo se ejecuta. Creo que lo fundamental es capacitarse, asesorarse con tiempo y entender que cada negociación tiene su proceso y sus riesgos”.
“Para mí es muy importante que la gente entienda cómo funcionan estas herramientas, porque mucha gente no sabe. Y ese desconocimiento cuesta caro”