“Hoy la lechería nacional está muy dividida, la región del Chaco se encuentra un poco afectada por la sequía y en otras zonas del país, como el sur, también está muy complicada la situación por los precios bajos y por la mala producción de maíz, principal alimento energético que la vaca consume para producir leche. No así en Campo 9, donde el panorama es un poco más alentador, con mejores precios. De todas maneras, seguimos adelante, la lechería no va a parar, no puede parar”, manifestó.
No obstante, Kehler señaló que a pesar de los vaivenes negativos que experimenta el sector, la producción está rindiendo bien y la leche está teniendo buena salida. “Los productos se están vendiendo bien y también se está pudiendo pagar a los productores, algo que es muy positivo dentro de todo”, consideró.
Afirmó que si el frío no golpea con fuerza en los próximos meses, las perspectivas de producción para el segundo semestre serían óptimas, especialmente en el área de Campo 9, donde se espera un año bueno para el silaje y para la cosecha de maíz, siempre y cuando no se presenten heladas.
Con respecto al consumo y a la demanda de leche a nivel país, mencionó que está aumentando pero que faltaría realizar un estudio profundo acerca de cuánto se está vendiendo y cuánto se está consumiendo por persona, anualmente. “Sería ideal que se pueda efectuar ese estudio para tener datos más precisos, pero a mi criterio el consumo se ha elevado en los últimos tiempos, especialmente ahora con la pandemia”, indicó.
Según datos de la Capainlac, la producción diaria de leche a nivel país es de 1.5 millones de litros y se estima que cada ciudadano consume cerca entre 130 a 135 litros de leche de forma anual. Sin embargo, aún quedaría una importante brecha por cubrir, pues el consumo recomendado por la FAO es entre 160 a 180 litros per cápita.
Inversión y apuesta al rubro
Kehler también habló de otros aspectos positivos que se registran en el rubro como la incursión al sector de productores jóvenes y sobre la continua inversión de los antiguos productores, tanto pequeños, como medianos y grandes, que siguen apostando a la lechería nacional y al mejoramiento genético de las razas lecheras.
“Muchos productores que estaban vinculados a la actividad, pero de forma diversificada han dejado el rubro, pero otros, especialmente jóvenes, están involucrándose y lo bueno es que los que están comenzando, están adquiriendo los animales de esas personas que están dejando la lechería, por ende esos animales siguen produciendo y la leche se sigue aprovechando”, concluyó.