Hoy, el Pacto Global de las Naciones Unidas hace un llamado especial para que todas las empresas tomen medidas colectivas a fin de frenar el brote de COVID-19, manteniéndose unidas para facilitar la continuidad de las mismas y velar por una rápida recuperación.
Instamos a que las empresas respondan con flexibilidad, compasión y solidaridad a sus empleados y socios comerciales, especialmente con las pequeñas y medianas empresas (pymes). Los esfuerzos por limitar los impactos financieros no deben hacerse a expensas de los derechos y el bienestar de los trabajadores.
Unámonos en solidaridad para proteger a los empleados y trabajadores de la cadena de suministro de los elevados costos de la atención médica, las licencias sin goce de sueldo, el desempleo y la recesión económica a largo plazo.
Aseguremos la continuidad de los ingresos en estos casos, prestando especial atención a las trabajadoras que a menudo asumen la carga del cuidado y a los trabajadores en situaciones de empleo precario, como aquellos con salarios bajos y los que no poseen cobertura de protección social.
Debemos asegurarnos de que los empleados tengan acceso a un entorno de trabajo seguro con todas las precauciones para limitar la exposición al virus. En la medida de lo posible propiciemos el trabajo a distancia para el personal que desee limitar su contacto con los demás, garantizando su seguridad.
Las empresas también pueden ofrecer activos, recursos y apoyo financiero para proporcionar suministros médicos.
Conozca otras medidas que las empresas pueden tomar aquí.
En enfoque económico empresarial
En una economía mundial conectada, estamos viendo cómo se interrumpe el comercio y las cadenas de suministro, amenazando la estabilidad financiera de las empresas y las economías. Los economistas de la ONU estimaron recientemente que el virus COVID-19 podría costar a la economía mundial más de US$ 1 billón.
Nuestras economías se recuperarán más rápidamente si proporcionamos apoyo para garantizar la continuidad de las empresas. Pero requerirá de un trabajo colectivo. Incluso frente a la recesión, aseguremos la continuidad estable de los ingresos y las prestaciones a pesar de las modalidades de trabajo flexibles, ante todo, las empresas deben encontrar la manera de cumplir los contratos actuales, permitiendo flexibilidad en la entrega y las cuotas.
Debemos pensar de manera innovadora para crear nuevos instrumentos financieros combinados para financiar empresas comerciales que apoyen las actividades críticas de prevención y mitigación que requiere la pandemia. Nuestras acciones definirán la confianza, la reputación y la legitimidad en relación con la comunidad, mientras sobrellevamos esta tormenta.
Al comenzar la Década de la Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el COVID-19 se presenta como una verdadera prueba. Si podemos unirnos en solidaridad para cambiar el rumbo de esta pandemia, seguramente también tendremos lo que se necesita para lograr la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y crear el mundo que queremos.