El precio de la hacienda paraguaya va repuntando lentamente pero aún no logra acercarse a los valores alcanzados en períodos anteriores, situación que sigue preocupando a los productores ganaderos de nuestro país, quienes atraviesan su peor momento histórico.
Para los analistas de Valor Carne, el alza de los precios que se registra desde inicios del mes de mayo se debe principalmente a la reactivación de algunos mercados tras la pandemia del COVID-19 y al arranque de la faena Kosher, además de la reapertura de alguna planta frigorífica local importante.
En los últimos 10 días, el precio del novillo paraguayo apto para Hilton alcanzó los US$ 2,35, logrando de esta manera un importante incremento de 7 centavos (3%). Números que son positivos pero que, a la par, continúan evidenciando la marcada desvalorización del precio del ganado nacional.
En lo que se refiere a los demás países de la región, el reporte de la consultora indica que Argentina, al igual que Paraguay, registra subas significativas. El precio novillo pesado argentino también experimentó un aumento del 3% en los últimos 10 días, es decir 8 centavos al llegar a los US$ 2,58, resultado de la reactivación del mercado europeo e israelí, destaca.
El novillo gordo brasileño, por su parte, cerró en US$ 2,72, 6 centavos más (2%) en relación a la última cotización. Según los expertos, el aumento en moneda brasileña fue del 3%, siendo neutralizado en parte por la devaluación de casi un punto, cuando el tipo de cambio pasó de US$ 5,27 a US$ 5,30.
Con respecto a Uruguay, la plaza con el precio menos competitivo de la región, el informe señala que tuvo una leve subida de 3 centavos al pasar de US$ 3,34 a US$ 3,37.
Expectativas
Se espera que con el correr de los días, el precio del ganado paraguayo prosiga su buen curso, no obstante, todo dependerá cómo marchen las exportaciones y de la reapertura de los mercados globales aún afectados por la crisis sanitaria mundial.
Recordemos que Paraguay registró caídas estrepitosas de precios desde de marzo del 2020 a consecuencia del COVID-19, que derivaron en una disminución de la demanda internacional, en la pérdida de competitividad por mayor depreciación de la moneda de países vecinos, en una reducción de la capacidad productiva de los frigoríficos nacionales y en venta masiva de animales por debajo de sus costos.