Este resultado marca un punto de inflexión para las 30 casas de cambio que operan en el país, luego de siete años consecutivos de resultados adversos, y consolida una recuperación excepcional impulsada por dinámicas cambiarias, una gestión más eficiente y un nuevo marco regulatorio.
El repunte se explica, en gran medida, por el incremento en los márgenes de valuación y la mejora en los márgenes operativos. Según Gregorio Mayor, presidente de la Asociación de Casas de Cambio del Paraguay (ACCP), el resultado positivo se debe principalmente al aumento de los márgenes de los tipos de cambio, sobre todo en el primer semestre del presente año, debido a la mejora en los márgenes por valuación y en la eficiencia operativa de las casas de cambio, que redujeron los gastos administrativos en alrededor del 42,98%.
Esta optimización permitió que la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) alcanzara el 22,3% y que el gasto administrativo, respecto al margen operativo, se redujera en 10,2 puntos porcentuales, situándose en 58,6%.
El comportamiento del dólar también fue un factor clave. La alta cotización de la divisa estadounidense durante el primer semestre —llegando a picos de G. 8.000 en el mercado minorista— favoreció los márgenes operativos. Posteriormente, la revalorización del guaraní ayudó a sostener la tendencia positiva.
“En su momento, la alta cotización del dólar, principalmente en el primer semestre, favoreció los márgenes operativos, y posteriormente la valorización del guaraní también fortaleció esta tendencia”, explicó Mayor. A esto se sumó un contexto de menor oferta de divisas en el mercado local, vinculado a un descenso en las exportaciones tradicionales como la soja y la energía eléctrica, lo que incentivó al público a realizar operaciones de compra y venta de monedas a través de estas entidades, dinamizando su rentabilidad dentro del sistema financiero no bancario.
La expectativa para el cierre del año es optimista. Desde la ACCP se prevé que el último trimestre consolide el mejor desempeño financiero del sector en la última década, apoyado además por la vigencia de la Resolución N.º 425/2025 de la Seprelad, que establece nuevos parámetros de debida diligencia y permite ampliar los umbrales para operaciones con clientes.
“La expectativa para el sector en lo que resta del último trimestre, como ACCP, la vemos muy positiva, teniendo en cuenta además la vigencia de un nuevo marco regulatorio emitido por la Seprelad, en lo que respecta a la posibilidad de ampliar el umbral de operaciones”, reflexionó Mayor.
Esta normativa, que actualiza los lineamientos para la prevención del lavado de dinero, introduce umbrales más flexibles para regímenes simplificados, facilitando la operatividad sin descuidar la transparencia.
El sector no solo mejora en números, sino también en estándares. Recientemente, la ACCP presentó un Código de Ética y Conducta para autorregular el sector y elevar los niveles de integridad y transparencia. “Aspiramos a ampliar el relacionamiento social y solidario entre nuestros socios, fomentar el desarrollo cultural y técnico-administrativo, y alcanzar estándares internacionales de excelencia en el servicio al cliente”, señaló Mayor respecto a esta iniciativa, que incentiva las operaciones formales.