Desde su entrada en vigor, el 14 de octubre de 2024, el tratado establece reglas claras para gravar las rentas de empresas e individuos que operan en ambos países. Lostao explicó que, por ejemplo, una empresa española con operaciones en Paraguay ya no deberá pagar impuestos sobre las mismas utilidades en ambos territorios, sino que se aplicará el mecanismo de exención o crédito fiscal.
Paraguay podría eximir del pago de impuestos a las rentas generadas en España que ya hayan sido gravadas allí, evitando así la doble tributación. Este sistema beneficia especialmente a inversores y trabajadores transfronterizos. Otra alternativa es permitir que los contribuyentes descuenten del impuesto a pagar en su país de residencia lo ya abonado en el otro Estado. "Es una herramienta clave para empresas con operaciones internacionales", señaló Lostao.
Tanto Óscar Orué, director de la DNIT, como Lostao resaltaron que la eliminación del secreto bancario y el intercambio automático de información con España fueron pilares para implementar el convenio. "Esto reduce riesgos de evasión y facilita la fiscalización", afirmó. El acuerdo cubre impuestos como el IRE, el IRP y el INR, y favorece a sectores estratégicos como el comercio, los servicios y las inversiones.
Lostao aseveró que en Paraguay existe un marco jurídico que brinda seguridad y atrae más negocios para ambos países. Con este convenio, Paraguay podría consolidar su integración a los estándares fiscales globales, mientras que empresas y particulares acceden a un sistema más justo y previsible. El tratado no solo resuelve problemas inmediatos de doble tributación, sino que sienta las bases para una mayor cooperación económica entre Paraguay y España en el futuro.
En 2023, el intercambio comercial bilateral alcanzó los US$ 550 millones, con un superávit de US$ 200 millones favorable a Paraguay. Las exportaciones paraguayas se concentraron en soja (40 %), carne bovina (25%) y azúcar orgánica (20%), mientras que España exportó principalmente maquinaria industrial (30%), fármacos (25%) y automóviles (20%). Este flujo comercial consolida a España como uno de los principales socios europeos de Paraguay.
En 2024, el Convenio de Doble Imposición (vigente desde octubre de 2024) y las negociaciones de un acuerdo de inversiones impulsan nuevos proyectos, especialmente en energías renovables e infraestructura. Las empresas españolas muestran interés en sectores estratégicos como el hidrógeno verde y la logística, mientras que Paraguay busca diversificar sus exportaciones con productos de mayor valor agregado para reducir su dependencia de commodities.
Se proyecta que el comercio supere los US$ 600 millones en 2024, apoyado por la mejora en la cooperación técnica y la participación española en licitaciones de obras públicas. Sin embargo, persisten desafíos como los altos costos logísticos (dependencia de rutas fluviales y puertos brasileños) y la necesidad de fortalecer cadenas de valor en sectores no tradicionales, como alimentos procesados y tecnología.