Belén Ortiz, propietaria del proyecto Pestañas Cool, comentó que este año empezaron a abastecer al mercado mayorista, iniciaron con cuatro puntos de venta en febrero, y ahora llegaron a 43 puntos de venta.
“Esos puntos deberían estar triplicados si hubiera abastecimiento. Ahora me estoy abriendo a la posibilidad de recibir ayuda de inversionistas porque los clientes me presionan más y estoy en ese dilema de resolver la parte de inversiones. Es mi mayor desafío”, expuso Ortiz.
A mano producen aproximadamente entre 5.000 a 8.000 pares de pestañas al mes. “Lo que son las ironías de la vida. Como se trata de pestañas, cuando inicié, mucha gente se reía de mí y decía que estaba perdiendo mi tiempo. Ahora estamos montando la primera fábrica en Paraguay”, recordó.
El proyecto inició cuando la emprendedora cumplió 23 años y cursaba la carrera de ingeniería industrial en la Universidad Nacional de Asunción, en ese periodo la facultad entró en un paro que duró seis meses.
“Antes trabajaba de maquilladora, desde los 16 años, viernes y sábados. Mi vida cambió con ese paro porque se comprimió todo el calendario de la facultad. Tuve que buscar la forma de hacer dinero, porque en esa época no recibía ayuda de mis padres. Y en la facultad de ingeniería tenés que tener medios para poder mantenerte, se estudia entre 13 y 14 horas por día. En esa época no se vendían las pestañas como se venden ahora. Siendo maquilladora vi una oportunidad de negocio. Empecé con G. 300.000, no sabía cómo me iba a llegar la mercadería”, contó.
Ortiz recordó que recibía a sus clientas en estacionamientos, durante sus recreos o a la salida de clase. “Incluso cuando empecé repartía la mercadería en los colectivos, caminando bajo la lluvia”, ilustró.
“Pestañas Cool es mi bebé, mi primera creación. Dejé mi carrera en el 2018 porque mi emprendimiento creció y no pude sobrellevar la vida de estudiante y emprendedora”, sostuvo. Actualmente se encuentra estudiando la carrera de Comercio Internacional.
Un negocio que no pestañea
Primero empezó con un modelo que es el tradicional y con el tiempo añadió más modelos y presentaciones al catálogo. Ahora cuenta con más de 36 modelos. Las presentaciones van dirigidas a varios públicos, para profesionales y particulares. Actualmente, los sets de pares de 10 o cinco son los más solicitados.
El taller funciona desde junio de este año y la decisión de elaborarlas de forma manual se produjo a raíz del faltante de stock.
Acerca de la dinámica comercial, si bien el 2020 fue el peor año, en el 2021 repuntaron y en comparación al 2020 duplicaron el volumen de ventas.
“En este 2022, que nos enfocamos netamente en los mayoristas, estamos igualando al 2021, solamente que nos vimos frenadas por ciertas situaciones desfavorables, por el tema de que ya que ahora nos dedicamos netamente a los mayoristas, no pensamos que íbamos a tener tanto éxito y no damos abasto”, indicó.
En este contexto, expresó que cuando los clientes no tienen todo lo que quieren, buscan otro proveedor. “Pero en el rubro, con el modelo de negocios que tenemos, somos únicos. Somos pioneras como marca de pestañas postizas paraguayas”, aseveró.
Con referencia a los planes de exportación, informó que tienen muchísimas solicitudes de Argentina, Bolivia, Colombia, Brasil.
“En Paraguay se realizan muchísimos workshops y masterclass de maquilladores. Cuando los maquilladores internacionales llegan al país, se enloquecen con la calidad de nuestro producto porque no encuentran pestañas similares en su país. Nuestros planes a futuro serían primero abastecer la demanda y llegar a cadenas de farmacias, supermercados, etc., porque aparte de las pestañas, tenemos nuestros propios exhibidores. Estamos proyectando a pasos lentos”, concluyó.