La bajada del festival es clara: lo más importante es la idea. Después, claro, cada categoría tiene sus aspectos. En PR exigimos que las ideas inscriptas muestren notoriedad. O que en Digital que haya interacción. Parecen obviedades, pero a veces eso no se veía en las inscripciones. En nuestra mesa, el proceso fue muy cómodo. Prácticamente las ideas se elegían solas, el criterio era uniforme.
¿Qué les faltó a las piezas que no llegaron al shortlist o a los metales?
En general nuestro craft es pésimo. Las piezas que acá quedan premiadas en craft las mandamos afuera y se nos cagan de risa. A las ideas hay que potenciarlas en la ejecución. Si la idea es mala no hay craft que la levante. Si es buena hay que seguir ayudándola. Había casos mejor armados que otros, y creo que armar un caso es también craft: redacción, arte, producción, post, ojo de director. Todo eso compone un buen caso y todo eso es craft.
¿Qué ideas fueron las que más te sorprendieron y creés que tienen potencial para competir afuera?
Take The Call de Laika para Miller le puede ir muy bien afuera el próximo año. Las otras ganadoras ya hicieron el circuito y se llevaron algún que otro finalista, es una buena foto de lo mal que estamos haciendo las cosas.
¿Qué tips podés compartir de tu experiencia como jurado para que los creativos los tengan en cuenta en la próxima edición?
Me hablo un poco a mí mismo: creo que no alcanza pensar en el Tatakua. Es un objetivo corto para una agencia que quiera hacer las cosas realmente bien. Mi consejo es pensar en festivales más grandes y los Tatakuas llegan solos.
¿Creés que hay categorías con más potencial que otras para competir afuera?
Creo que podríamos ganar en cualquiera. Pero estamos lejos de ganar en alguna. No va a ser fácil volver a tener agencias locales finalistas o ganadoras en Cannes. Hoy estamos peor que Bolivia, somos el país más horrible de la región en cuanto a creatividad.
En tu opinión, ¿qué se puede mejorar o incorporar para la próxima edición?
La organización del Tatakua siempre se destaca. Poli y Mirna son grandes héroes. Ya sea con innovación en los jurados, categorías, charlas, ellos siempre lo sacan adelante. Personalmente me sentiría un idiota si me pongo a decir qué falta o qué sobra, más aún cuando tantas veces me invitaron a colaborar y no lo hice.
De todas formas, la calidad creativa del festival (que es lo más importante) la mejoran las agencias, no las comisiones. Así que incorporaría más honestidad en nuestras inscripciones, mejores producciones y claro mejores ideas para competir.