“En estos momentos estamos en época de maduración de las mandarinas, tenemos distintas variedades, las tempraneras, las de época y las tardías. La mayor producción se concentra hacia el sur del país, en el departamento de Itapúa, principalmente en los distritos de Mayor Otaño, Carlos Antonio López y Puerto Triunfo, esas son las zonas más productoras de cítricos, tanto de mandarina como de naranja, a nivel comercial. En esas ciudades, los productores, en su mayoría, se encuentran cultivando la variedad Murcott, que es una variedad tardía”, comentó.
Chávez señaló que en general la producción local de esta fruta continúa siendo baja, a pesar de ser bastante consumida. “Esto ocurre debido a que la mandarina que tenemos en época de floración abunda mucho y por ende los precios son bajos, entonces a los productores no les parece muy rentable, no apuestan al cultivo durante todo el año. Lo que ocasiona que en otras épocas del año la fruta escasee y se termine importando de otros países para cubrir la demanda insatisfecha”, explicó.
Según mencionó el experto del IPTA, para elevar la producción es necesario que los productores se capaciten y se organicen mejor para lograr tener mandarinas de enero a noviembre. “Falta más concientización, enseñanza y asistencia técnica para que ellos puedan cultivar otras variedades no solo las de época y obtener así mejores ganancias”, consideró.
Afirmó que se trata de una interesante actividad diversificada que puede arrojar buena rentabilidad a los productores, si se los incentiva y se los instruye para que apuesten más al rubro. “En nuestro país existen muchas variedades buenas, como Pokan, Dancy, Criolla, Mcal. López, que son variedades más nativas y también otras que son de variedad tardía como el Murcott y King, y la conocida como Okitsu que es una variedad tempranera, las cuales pueden ser muy bien aprovechadas”, concluyó.
Curiosidades y propiedades de la mandarina
La mandarina es una fruta que proviene de las zonas tropicales de Asia. Antes de llegar a Occidente ya era famosa por su dulce sabor en los mercados de la India. Su nombre alude al color anaranjado de los trajes que utilizaban los mandarines, altos gobernantes de la antigua China, por tanto, se cree que es una fruta originaria de China e Indochina.
Al igual que el resto de cítricos, como la naranja o el limón, su pulpa es rica en vitamina C, flavonoides, betacaroteno y aceites esenciales. De igual forma, se destaca por su riqueza en ácido fólico, una vitamina perteneciente al complejo B esencial para la salud, ya que protege las células sanas, previene la anemia, contribuye a controlar la hipertensión e interviene en la formación del sistema nervioso.
Así también funciona muy bien como diurético, favoreciendo la eliminación de líquidos, gracias a que su principal componente es el agua. Además, posee grandes cantidades de fibra, beneficiosa para regular el sistema digestivo, evitando problemas como el estreñimiento, pero también reduciendo la absorción de las grasas.