En Horqueta, el promedio de peso por fruta alcanza los 1,2 kg, lo que habla de un excelente manejo técnico y condiciones agronómicas favorables. Además, los precios de exportación fueron altamente competitivos. “Empezaron el año con G. 32.000 por caja, pero actualmente están cerrando a G. 35.000. Es un precio muy bueno para los productores, que están muy conformes”, explicó Paniagua.
La demanda externa también es un factor determinante en el éxito de esta temporada. En promedio, tres carretas semanales salen de Horqueta rumbo a Argentina, el principal mercado de destino. Hasta el momento, ya se despacharon 23 camionadas, y se espera alcanzar entre 32 y 35 antes de que termine el año.
El crecimiento de la producción en Horqueta se estima en un 40% respecto al año pasado, mientras que en Guayaibí, otra región productora, el aumento fue del 20%. Este avance se debe, en gran medida, a la aplicación de un paquete tecnológico integral y al manejo cultural que los agricultores aplican en esta región. “El suelo también juega un papel clave. En Horqueta, las condiciones son muy favorables”, subrayó el especialista.
Entre las prácticas destacadas se encuentran el uso de técnicas modernas de cultivo, como el manejo adecuado de la fertilización y el riego, así como el control efectivo de plagas y enfermedades. Estas acciones han permitido no solo mejorar el rendimiento por hectárea, sino también garantizar una calidad homogénea de la fruta, lo que es esencial para competir en mercados internacionales.
En Horqueta, la producción está liderada por una organización que trabaja de manera estructurada, con un enfoque empresarial. Sin embargo, Paniagua también resaltó el aporte de productores independientes, quienes manejan de manera eficiente sus propias operaciones logrando envíos de entre 8 a 10 carretas de piñas hasta la fecha, complementando el volumen producido por la organización principal.
En Guayaibí, aunque el crecimiento es menor, también se observa un esfuerzo por replicar las buenas prácticas de Horqueta. Hasta el momento, desde esta región despacharon cinco carretas, y se espera que este número aumente en las próximas semanas.
A pesar de los resultados alentadores, la producción de piña enfrenta ciertos desafíos. Los factores climáticos, como la disponibilidad de agua y las temperaturas extremas, siguen siendo un riesgo constante. Además, el acceso a tecnología avanzada y la capacitación técnica para los pequeños productores son áreas que requieren atención.
Con todo, las perspectivas para el cierre de 2024 son optimistas. El récord de producción y exportación que se espera alcanzar en Horqueta será un testimonio del potencial de la región y del país para posicionarse como un jugador clave en el mercado internacional de la piña. Además, el éxito obtenido este año podría servir como un modelo replicable para otras zonas productoras del país.
La historia de la piña en Horqueta no solo es un caso de éxito agrícola, sino también un ejemplo de cómo la organización, el acceso a tecnología y el compromiso de los productores pueden transformar una región. Con un crecimiento constante y una demanda internacional que sigue en aumento, el sector de la piña tiene todas las condiciones para seguir creciendo y aportando al desarrollo económico del Paraguay en los próximos años.