"Una gran proporción de la población actual y futura del mundo se enfrentará a eventos climáticos más frecuentes e intensos", dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, al presentar el documento junto con la secretaria de Estado del Parlamento alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo, Maria Flachsbarth.
A medida que los gobiernos enfrentan el desafío de cumplir con sus compromisos de cero neto para 2050, el nuevo informe de la OCDE dice que deben enfocarse en paralelo en reducir y administrar el riesgo inevitable de más pérdidas y daños por el cambio climático.
El informe dice que los riesgos de impactos adicionales en las economías, los ecosistemas, las empresas y las personas son inevitables y aumentarán con la magnitud del calentamiento. Estos riesgos se distribuyen de manera desigual entre países y personas, afectando de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables, lo que es una razón imperiosa para actuar ahora.
Estos riesgos derivan de tres tipos de amenazas climáticas, cada una de las cuales está sujeta a incertidumbres: eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos, cambios más graduales, como el aumento del nivel del mar, y de los efectos globales potencialmente dramáticos de cruzar umbrales críticos en el sistema climático. El riesgo de pérdidas y daños depende no solo de los peligros, sino también de la exposición y vulnerabilidad de las personas, los activos y los ecosistemas a esos peligros.
Según Flachsbarth “los más pobres son los que más sufren las pérdidas y los daños provocados por el clima. Necesitamos redoblar nuestros esfuerzos hacia un enfoque más integral para que nadie se quede atrás. Más y mejor financiamiento del riesgo climático pueden ayudar a cerrar las brechas de protección”.
La forma más importante de mitigar los riesgos climáticos en el futuro es actuar ahora y poner urgentemente al mundo en el camino hacia las emisiones netas cero para 2050. Al mismo tiempo, todos los países deben reducir ahora su exposición y vulnerabilidad a los riesgos de pérdidas y daños causados ??por el cambio climático.
Los países desarrollados y las grandes economías emergentes emisoras tienen la responsabilidad de liderar la reducción de emisiones. Los países desarrollados también tienen la responsabilidad de proporcionar financiamiento, tecnología y desarrollo de capacidades para ayudar a los países en desarrollo con los riesgos climáticos que enfrentan, dice el informe.
Entre otras recomendaciones, el informe pide que se haga más a nivel mundial para monitorear y estudiar los puntos de inflexión climáticos. “Se necesitan mejores datos sobre los extremos e impactos climáticos en los países en desarrollo para respaldar la toma de decisiones y deben complementarse con asociaciones internacionales que puedan fortalecer la observación de la Tierra y las capacidades de modelado”, advierte.
El informe destaca la importancia de la solidaridad entre países y a lo largo del tiempo para garantizar que los segmentos más vulnerables de la sociedad y las generaciones futuras no carguen con la carga de una acción inadecuada para reducir las emisiones en la actualidad.