“Creo que el país siente que Teletón es un patrimonio cultural, ya que saca a relucir lo mejor que tenemos: la solidaridad, la empatía y esa capacidad de unirnos en torno a algo que nos trasciende como sociedad”, resaltó Víctor Ibarrola, director ejecutivo de Teletón.
Para entender el peso simbólico de Teletón en Paraguay, Ibarrola contó que, hace 46 años, un grupo de padres de niños con discapacidad decidió unirse, junto a amigos y aliados, para visibilizar un tema del que no se hablaba. En una época en la que la discapacidad era un tabú, nació la entonces Asociación de Padres de Personas con Discapacidad (Apadem), que más tarde daría origen a la gran obra que hoy todos los paraguayos conocen como Teletón.
“Fue un hito muy importante en la sociedad paraguaya, aquellos fundadores fueron visionarios. Decidieron juntarse en un momento en que nadie hablaba de inclusión ni de derechos de las personas con discapacidad. Ellos abrieron el camino”, relató.
Desde entonces, Teletón acompaña a miles de familias, impulsando un cambio cultural, instalar en la conciencia colectiva la idea de que todos tenemos un rol en la construcción de una sociedad más inclusiva.
La historia reciente de Teletón también está marcada por momentos difíciles. Tras la pandemia, 2020 y 2021 significaron un enorme desafío económico: por primera vez en mucho tiempo, no se logró alcanzar la meta de recaudación. Las consecuencias fueron duras: se debió suspender temporalmente el funcionamiento del centro de atención en Paraguay, lo que impactó directamente en cientos de familias.
“El 2022 fue un año bisagra. Volver a llegar a la meta después de dos años muy difíciles fue una señal de esperanza. Gracias a eso, los niños que iban al centro de Paraguay pudieron volver a tener servicios en los centros de Minga Guazú, Coronel Oviedo y Asunción. Esa meta alcanzada nos permitió volver a crecer”, indicó Ibarrola.
Ese impulso marcó un nuevo capítulo para la fundación, que hoy vive una etapa de consolidación y expansión de sus servicios, 1.930 familias atendidas y 18 servicios gratuitos. Cada uno de esos tratamientos que combinan fisioterapia, fonoaudiología, apoyo psicológico, estimulación temprana, terapia ocupacional, hidroterapia, entre otros representa un costo aproximado de 11 millones de guaraníes por niño.
“Son dieciocho servicios gratuitos que damos a las familias, pero el costo para la fundación es muy alto. Y, aun así, gracias a las donaciones de miles de paraguayos y al compromiso de muchas marcas con responsabilidad social, podemos ofrecerlos sin costo alguno”, explicó Ibarrola.
Esa gratuidad es posible únicamente gracias a la solidaridad ciudadana, la misma que se renueva cada noviembre durante las 28 horas de transmisión ininterrumpida en cadena nacional. “Cada aporte cuenta, cada familia, cada empresa, cada persona que dona forma parte de esta gran red de esperanza”, agregó.
Entre los hitos más recientes de Teletón se encuentra la inauguración de la piscina de hidroterapia, un servicio importante en los procesos de rehabilitación física. Este espacio permite trabajar con técnicas especializadas que favorecen la movilidad, reducen el dolor y fortalecen la musculatura de los pacientes.
“Estamos muy felices con este nuevo servicio, pero el desafío ahora es sostenerlo, cada nuevo logro implica también un compromiso económico y humano enorme. Nuestro objetivo para el próximo año es mantener la atención integral de las 1.930 familias actuales y, además, abrir las puertas a muchas más”, enfatizó Ibarrola.
El equipo técnico de Teletón realizó recientemente un análisis cruzado entre el último censo nacional y los datos de atención de los últimos cinco años. El resultado arrojó que, actualmente la fundación da respuesta al 23% de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad física del país. “Por un lado, es motivo de gratitud: significa que miles de familias están recibiendo atención de calidad, pero, por otro lado, nos muestra el enorme desafío que tenemos por delante. Hay muchos niños que aún nos necesitan”, reflexionó Ibarrola.