Una pulsera disfrazada de “smartwatch”
El desarrollo de una solución simple, fácil de utilizar y muy social ha sido la clave que ha llevado a Fitbit a convertirse en uno de los fabricantes de monitores de actividad con más éxito en todo el mundo. Sus ventas ascienden a 126 millones de unidades en cuatro años. Su última apuesta es Fitbit Blaze, un dispositivo a medio camino entre una pulsera de actividad y un smartwatch: hereda las funciones típicas de las primeras y posee un diseño más propio de los segundos.
El desarrollo de una solución simple, fácil de utilizar y muy social ha sido la clave que ha llevado a Fitbit a convertirse en uno de los fabricantes de monitores de actividad con más éxito en todo el mundo. Sus ventas ascienden a 126 millones de unidades en cuatro años. Su última apuesta es Fitbit Blaze, un dispositivo a medio camino entre una pulsera de actividad y un smartwatch: hereda las funciones típicas de las primeras y posee un diseño más propio de los segundos.