“El alimento o sustrato de los probióticos (las bacterias favorables que habitan en el intestino) son los prebióticos, que se adquieren mediante la alimentación. Es por eso que nuestro sistema inmunológico debe estar fortalecido por una buena alimentación; si no aportamos la cantidad de prebióticos mínima, los agentes patógenos van ganando a los probióticos, y se produce lo llamado disbiosis, que es justamente el desequilibrio en la flora intestinal”, explicó la nutricionista.
Por otro lado, recordó que el sedentarismo es una de las condiciones a las que predispone el aislamiento “La obesidad es uno de los factores de riesgo ante las formas más graves de la covid; cuidar las porciones y cuidar la calidad ante todo”, agregó. Además, enfatizó que la calidad de los alimentos asegura la saciedad mucho más que los alimentos procesados. Lo que recomienda es consumir todos los días tres porciones de frutas durante el día, proteínas, fibras y grasas saludables de manera equilibrada, procurando siempre tender hacia una alimentación más natural.
¿Podemos lograr una alimentación nutritiva y al mismo tiempo cuidar el bolsillo?
Para Insfrán, esto definitivamente es posible, teniendo en cuenta la forma de distribución de platos saludables.
Por un lado señaló los hidratos de carbono y recomendó la papa, la mandioca, la batata, como alimentos ya de por sí bastante accesibles, al igual que el maíz en todas sus formas, incluyendo la harina de maíz.
Otra porción del plato saludable estaría compuesta por proteínas. Como opciones económicas para este tipo de alimentos, recomendó la carne de pollo, el huevo (un alimento económico y altamente nutritivo) y la carne magra de cerdo “A veces asociamos al cerdo como un alimento poco saludable, pero siempre que sea la parte magra es muy recomendable”, acotó. Resaltó que en este grupo de alimentos es fundamental evitar las harinas refinadas.
Por último, la fibra de los vegetales se puede obtener de manera favorable al bolsillo del repollo blanco, todas las hojas verdes, el locote verde y la cebolla. Mientras que las frutas, la nutricionista señaló que es sumamente importante aprovechar las de estación como ahora lo son el pomelo y la mandarina, que en esta temporada se encuentran más accesibles y con los nutrientes esenciales para la temporada de frío.
Las legumbres, también accesibles, pueden agruparse tanto en el grupo de proteínas como en el de hidratos de carbono. “Una combinación favorable para aprovechar estas propiedades de las legumbres puede ser una ensalada de poroto y cebollas con un poco de arroz, es una manera de hacer un plato bastante económico”, ejemplificó. “Otro ejemplo de plato económico puede ser carne de pollo o carne magra de cerdo, con papas al horno (con cáscara para aprovechar las fibras), con locotes verdes y cebollas”, comentó.
Recordó que los embutidos, papas fritas y todo tipo de alimentos procesados y refinados, generalmente ya empaquetados, resultan a la larga más caros, tanto para el bolsillo de manera inmediata como para la salud a futuro. Así también evitar los alimentos altos en grasas y colesterol y aprovechar todos los alimentos del refrigerador, evitando el desperdicio.
Recomendó tomarse el tiempo para volver a la cocina, valorar las huertas caseras que permiten conocer el origen del producto (baratos y sin agrotóxicos), regresar a los alimentos originales del ser humano, darse el tiempo para planificar las compras y los menús para cuidar el bolsillo y el único hogar que nos pertenece: el cuerpo.