Para Insaurralde es necesario encontrar una manera de elevar el nivel del capital humano que está implicado en los procesos necesarios para determinada actividad económica, es decir, que el trabajo que una persona vaya aumentando en complejidad. “La economía compartida es una tendencia mundial y está principalmente empujada con innovación tecnológica, como los casos de Uber o Airbnb. Estos esquemas son buenos siempre y cuando presenten una mejor alternativa a los trabajadores”, expresó.
Según datos del BID, los trabajos en Paraguay tienen un alto índice de automatización, rondando por el 64%, que requiere que el país proyecte cambios profundos en educación, economía, capacitación técnica y otros aspectos esenciales para el desarrollo.
Sobre el debate actual entre Uber, MUV y los taxis, Insaurralde señaló que a pesar de que en algunas ciudades de Europa aplicaciones como Uber tuvieron fallos en contra (y a favor de los taxistas), en Paraguay la situación de los taxistas es distinta a la de los conductores de Inglaterra o España. Argumentó que Uber y MUV permiten a los conductores formalizar sus ingresos y conseguir seguro social como independientes a diferencia de los chóferes de taxi, sin embargo, consideró adecuado que actualmente haya intenciones de discutir marcos regulatorios.
“Muchas veces diseñamos tecnología sin pensar más allá de la finalidad comercial y en el impacto que podría tener en los usuarios o consumidores, es como que existe una idea de que con una plataforma digital vamos a solucionar todo, siendo que siempre hay escenarios donde soluciones más simples son las mejores. Hay que tener en cuenta siempre el contexto, la capacidad técnica con la que se cuenta y el tiempo”, apuntó. Como ejemplo de herramientas tecnológicas que no brindan completa garantía nombró al voto electrónico, que genera dudas sobre la auditoría de los resultados.
Por otro lado, mencionó que al sector público le falta mayor adopción de tecnología y lo debe hacer de forma estructurada y sostenible, aprovechando la cantidad de información que maneja para facilitar la vida de los ciudadanos. A la vez, enfatizó que para hacer los cambios relacionados a la tecnologización de las actividades económicas hay que tener mucha voluntad política y analizar temas diversos sobre el país, como por ejemplo el avance de la biotecnología en la producción de carne, que podría afectar a la economía paraguaya si es que no nos adecuamos a los nuevos tiempos.
Por último, citó al historiador israelí Yuval Harari, quien afirmó que “las potencias serán los países que creen la tecnología” y una muestra de eso es la diversificación de la economía de China, que hoy día compite contra EE.UU. en tecnología y comercio.