En el panel Asunción y más allá: nuevas dinámicas del desarrollo inmobiliario, realizado durante la Expo Real Estate Paraguay, Alejandro Zuccolillo, fundador de Zuba; Francisco Gómez, director ejecutivo de Fortaleza; Francisco Jorge, CEO de Altius Paraguay; y Marcelo Waisman, CEO de Nuevos Negocios de TOSA, analizaron los desafíos que acompañan el actual proceso de crecimiento y expansión del sector inmobiliario en el país.
Zuccolillo mencionó que en Paraguay existen aproximadamente 2.080.000 millennials, de los cuales el 40% reside en el área metropolitana de Asunción, es decir, alrededor de 800.000 personas. Esta población representa una alta demanda potencial de vivienda, especialmente si se considera que el 75% de ellos percibe ingresos menores a G. 8 millones mensuales. Teniendo en cuenta este escenario, enfatizó la necesidad de que el sector inmobiliario diseñe propuestas accesibles y adecuadas a las condiciones reales de este segmento, que será protagonista del mercado en los próximos años.
Además de desarrollar opciones acordes con lo que demanda hoy este segmento, las condiciones financieras deben acompañar este proceso. En ese sentido, Francisco Jorge, de Altius Paraguay, resaltó el rol de este tipo de préstamos, no solo como vía para la vivienda propia, sino también como mecanismo de ahorro e inversión. “Un crédito hipotecario no siempre es para vivir en la propiedad. Puede ser una oportunidad de inversión, de crecimiento económico. Eso es lo que debemos construir en Paraguay”, señaló.
Zuccolillo afirmó que en Paraguay apenas el 1,8% del PIB corresponde al crédito hipotecario, frente al 25% en Chile o el 70% en Estados Unidos, lo que demuestra lo mucho por crecer (y hacer) que tiene este segmento. “El crédito hipotecario es lo que desbloquea la riqueza de la clase media, y es la clase media la que hace a los países ricos”, afirmó, al destacar que este tipo de financiamiento permite a las personas construir patrimonio, invertir a largo plazo y dinamizar el ecosistema económico.
En la actualidad, el 80% de las compras de departamentos en Paraguay proviene de inversores, mientras que solo el 20% corresponde a usuarios finales. Si bien esto refleja una creciente inversión privada, los especialistas coinciden en que el mercado debe avanzar hacia una mayor participación de compradores que adquieran viviendas para habitar. Según expresaron, este cambio permitiría dotar al sector de mayor resiliencia frente a factores externos y exige impulsar el acceso al crédito hipotecario como una estrategia compartida entre todos los actores del ecosistema inmobiliario.
Desarrollo de infraestructura
Tanto Francisco Gómez como Marcelo Waisman, CEO de Nuevos Negocios de TOSA, coincidieron en que el desarrollo inmobiliario en Paraguay debe ir acompañado de una visión de largo plazo y de una transformación estructural de las ciudades.
Gómez afirmó que el sector privado ya no puede limitarse a demandar acción al Estado, sino que debe asumir un rol proactivo, con proyectos concretos que incluyan financiamiento colaborativo y pongan en el centro la calidad de vida urbana.
Por su parte, Waisman destacó que Asunción se está consolidando como un nuevo polo de atracción regional para inversiones inmobiliarias, desplazando incluso a mercados tradicionales como Uruguay.
“Paraguay le está sacando el protagonismo que hasta ahora tenía Uruguay por rendimiento, por estabilidad, por costo, por crecimiento, por absorción. Por un montón de cuestiones que hacen un mercado atractivo para el refugio de capital de sus vecinos y también del público europeo”, dijo Waisman.
Ambos referentes coincidieron en que este proceso de transformación requiere alianzas público-privadas sostenidas y un compromiso real con el diseño de ciudades habitables, resilientes y adaptadas a las necesidades de las nuevas generaciones.