“La evolución del cannabis medicinal en Paraguay ha sido muy satisfactoria. Si bien comenzó algo rezagada, luego dio grandes pasos y hoy se está estabilizando”, explicó Heisecke. Para él, lo más valioso del proceso es que ha sido orgánico, es decir, impulsado por la demanda real y los resultados visibles en pacientes, y no simplemente por una tendencia pasajera. “Eso demuestra que no es una moda, sino un rubro que está generando impacto real en la salud de las personas”, afirmó.
A pesar de los avances, el ejecutivo reconoció que aún existe cierta confusión en el mercado local respecto a la diferenciación entre cannabis medicinal, industrial y recreativo. “Todavía hay personas que no saben si lo que consumen es un producto médico o no. Eso requiere un consumidor más informado, algo que hoy todavía cuesta lograr”.
Comfar fue la primera empresa en proveer al Programa Nacional para el Estudio y la Investigación Médica y Científica (PRECUMÉ), gestionado por el Ministerio de Salud, productos de cannabis medicinal de manera gratuita. Este aporte permitió que cientos de pacientes de escasos recursos, especialmente aquellos que ya no respondían a otros tratamientos, pudieran acceder a alternativas efectivas.
“Muchos pacientes huérfanos de opciones vieron mejoras concretas en su calidad de vida gracias al cannabis. Lo más importante es que el acceso gratuito elimina la excusa del costo, y eso tiene un enorme valor social”, destacó Heisecke. La empresa incluso dona más productos de los requeridos por el programa, con el objetivo de seguir generando evidencia empírica sobre la efectividad de sus formulaciones.
En términos de innovación, Comfar aplica el mismo rigor científico y tecnológico a sus productos con cannabis que al resto de su línea farmacéutica. “No hacemos una distinción tajante entre los productos de cannabis y los otros medicamentos. Las mismas exigencias de calidad, trazabilidad e innovación se aplican en todos los casos”, señaló.
El futuro internacional de la empresa depende, en gran medida, del avance de las legislaciones en otros países. “Paraguay ya está bastante avanzado, pero en el plano mundial aún hay mucho por resolver. Hay países que no permiten el uso, otros están recién empezando a hablar del tema, y eso ralentiza la expansión”, dijo el presidente.
Mientras tanto, en el ámbito local, la compañía se encuentra desarrollando nuevos productos, escuchando al consumidor y compitiendo en un mercado que comienza a volverse dinámico, con nuevos jugadores. “La competencia sana es bienvenida, nos obliga a mejorar constantemente”, aseguró.
Sobre la relación con el sector público, Heisecke valoró positivamente el enfoque adoptado en Paraguay. “Dentro del marco legal disponible, el país ha hecho un gran trabajo. Tenemos un enfoque serio, responsable, que permite el acceso a quienes lo necesitan y evita caer en la banalización del producto”, opinó.
Finalmente, dijo que Comfar tiene distintos vectores de acción. “Queremos seguir siendo protagonistas del desarrollo farmacéutico en Paraguay, y el cannabis medicinal es una de nuestras grandes apuestas. El objetivo es seguir liderando con responsabilidad, innovación y compromiso social”, concluyó.