El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer los resultados del empleo, destacando el aumento de la ocupación en comercios, restaurantes, hoteles y servicios sociales, personales y comunales. Dentro del sector secundario, también se observó un crecimiento en la industria manufacturera y la construcción.
Desde el sector industrial, Carina Daher, presidenta de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap), afirmó que el desafío del país no es solo generar más empleo, sino asegurar que sea de calidad, productivo y competitivo a nivel internacional. Destacó que el régimen de maquila ha impulsado la formalización laboral y mejores condiciones para los trabajadores, además de una mayor participación femenina, que ya alcanza el 45% de la fuerza industrial.
Aun así, la falta de capacitación técnica específica sigue limitando la cobertura de vacantes en algunos sectores. “Un rasgo positivo de nuestro sector es que cada empresa asume el compromiso de formar a su propio talento, ya sea mediante capacitaciones internas o alianzas con instituciones locales”, indicó.
De acuerdo con datos de la Cemap, al cierre de octubre de 2025 se registraron 35.447 empleos directos vinculados al régimen de maquila, lo que representa un aumento de 6.676 puestos respecto al mismo período del año anterior. Si se suman los empleos indirectos e inducidos, el total supera las 100.000 familias beneficiadas.
“Necesitamos seguir fortaleciendo la cualificación técnica y las competencias especializadas para sostener el crecimiento de la industria maquiladora y avanzar hacia procesos de mayor valor agregado”, remarcó Daher.
Desde el sector de servicios, la empresaria Chiara Pederzani, del Grupo Pederzani, afirmó en su momento que uno de los principales desafíos para el rubro gastronómico es la escasez de programas que impulsen la formación y la capacitación, especialmente en oficios vinculados a su sector, que sigue creciendo y ganando visibilidad internacional.
“Invertir en capacitación y formalización no solo beneficia a los emprendedores, sino también al propio Estado, porque genera empleo formal y un círculo económico más saludable. Creo que se deberían ofrecer más facilidades y oportunidades para quienes quieren formarse y profesionalizarse en este rubro”, consideró.
¿Qué se necesita?
Daher identificó cuatro áreas donde el mercado laboral industrial enfrenta mayores dificultades para cubrir vacantes: competencias técnicas especializadas, experiencia en procesos industriales, habilidades básicas y manejo de idiomas o tecnologías emergentes.
La transición hacia la industria 4.0 está generando una demanda creciente de técnicos calificados en automatización, mantenimiento, calibración y control de calidad, mientras persisten brechas en comprensión lectora, cálculo y uso de herramientas digitales. A esto se suma la escasez de perfiles con dominio de inglés técnico y experiencia en metodologías como ISO, Lean Manufacturing o 5S.
Para revertir esta situación, Daher consideró clave fortalecer la formación técnico-productiva mediante alianzas entre empresas, institutos y centros de capacitación, promoviendo pasantías pagadas y aprendizaje en planta. Además, destacó la necesidad de ampliar la oferta de especializaciones certificadas en áreas como robótica, soldadura y control de calidad, e impulsar la capacitación continua.
“Es necesario alinear políticas públicas, incentivos y marcos regulatorios que acompañen la transición hacia las industrias 4.0, lo que permitirá mejorar la productividad y generar más empleo calificado”, subrayó.