El entendimiento busca dinamizar las relaciones comerciales y de inversión entre ambas partes, facilitando el acceso al mercado, armonizando normas y simplificando trámites aduaneros. Entre los principales objetivos se destaca el aumento de la transparencia para las empresas en contrataciones públicas y transacciones electrónicas, así como la promoción de la competencia leal.
El texto contempla disposiciones que habilitan a los signatarios a aplicar medidas antidumping y salvaguardias para proteger sus sectores estratégicos. También incorpora compromisos en materia de propiedad intelectual, alineados con los estándares internacionales, y establece medidas sanitarias y fitosanitarias para proteger la salud humana, animal y vegetal.
Oportunidades y críticas
En Paraguay, la expectativa inmediata está puesta en sectores como la carne —que recientemente obtuvo licencias sanitarias para acceder a Singapur— y el biodiésel, que comenzó a exportarse a ese mercado. “Este acuerdo abre puertas reales para que productos con alto valor agregado paraguayo lleguen a un mercado exigente y con poder adquisitivo”, explicó Gerardo Paciello, asesor de la Cámara de Diputados que trabajó en el dictamen favorable.
El especialista resaltó que la liberalización arancelaria será prácticamente total. “El acuerdo establece una zona de libre comercio plena para los productos del Mercosur que ingresen a Singapur, y nuestro bloque otorgará una liberación de aranceles de importación al 95,8% de su universo arancelario. Esto significa un marco de reglas claras que facilita la planificación empresarial y reduce costos”, señaló.
En Brasil, sin embargo, no faltaron las voces críticas. Algunos sectores consideran que el impacto arancelario es limitado, dado que Singapur ya mantiene un arancel NMF muy bajo —en la mayoría de los casos, cero, salvo para bebidas y tabaco—. No obstante, desde Paraguay la mirada es más optimista, sobre todo por el potencial en inversiones.
Singapur cuenta con un importante fondo soberano y es el principal origen del stock de inversión extranjera directa en China. “Esto no es solo comercio de bienes y servicios, es acceso a un ecosistema de capital y de redes internacionales. Singapur tiene acuerdos con Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Corea, India, ASEAN y el CPTPP, entre otros. Eso nos inserta indirectamente en cadenas de valor globales y regionales de altísimo nivel”, remarcó Paciello.
Beneficios en servicios e inversiones
Uno de los puntos más destacados es el capítulo sobre servicios. El acuerdo fija un marco regulatorio “avanzado” que garantiza mayor transparencia y previsibilidad. Esto podría beneficiar especialmente a empresas tecnológicas y de servicios financieros paraguayas que busquen operar o asociarse con firmas en el sudeste asiático.
En cuanto a inversiones, el documento promueve reglas claras para la protección y el fomento de capitales, además de abrir la posibilidad de participar en licitaciones y compras públicas en Singapur, un mercado que se caracteriza por altos estándares de calidad y exigencia técnica.
“Este es un paso estratégico. No es un acuerdo masivo en términos de volumen de comercio inmediato, pero sí es una plataforma que posiciona a Paraguay y al Mercosur en una ruta de integración más amplia. Además, nos permite competir en igualdad de condiciones con países que ya tienen tratados similares con Singapur”, subrayó Paciello.
La ratificación del acuerdo se produce en un contexto en que el Mercosur busca acelerar su red de tratados para no quedar rezagado frente a otros bloques. “Estamos hablando de un mercado pequeño en población, pero enorme en términos de influencia económica y financiera. En términos de posicionamiento, Paraguay gana mucho más de lo que aparenta a simple vista”, concluyó Paciello.