El Banco Central del Paraguay (BCP) dio a conocer los resultados acumulados del semestre y mensual. En los números de junio se registró un crecimiento de 4,8% con respecto al mismo mes del año anterior. En el incremento interanual incidieron favorablemente los servicios, las manufacturas, la generación de energía eléctrica y la ganadería. Sin embargo, el resultado negativo de la agricultura y de la construcción atenuó el dinamismo favorable.
En conversación con InfoNegocios, Ferreira destacó que Paraguay atraviesa un fenómeno llamativo: “Están empezando a crecer sectores que habían estado con muchos problemas durante un tiempo relativamente largo. El caso de la construcción, por ejemplo, se explica en gran parte por una inversión extranjera importante que está empujando a este sector con un impacto significativo”.
En paralelo, el comercio y los servicios se beneficiaron de la significativa reducción del contrabando con Argentina. El encarecimiento de productos del otro lado de la frontera hizo que los consumidores optaran por abastecerse localmente, lo que mejoró las ventas en supermercados, combustibles y materiales de construcción.
Ferreira señaló que esta tendencia no es coyuntural: Paraguay lleva más de una década avanzando en la diversificación de su economía y en el fortalecimiento de sectores de servicios como el transporte, la logística portuaria y el rubro inmobiliario. La expansión del régimen de maquila y el crecimiento sostenido del sistema financiero también contribuyen a reducir la dependencia de factores climáticos y a estabilizar el crecimiento en el tiempo.
Gana peso el sector de servicios
Más allá del repunte coyuntural, Ferreira subrayó una tendencia estructural: la consolidación de Paraguay como un proveedor relevante de servicios en la región. “En los últimos 10 o 12 años hemos visto un proceso de diversificación y madurez económica. El transporte, los puertos, las barcazas, el sector inmobiliario, el financiero y la maquila han crecido de forma sostenida. Esto nos hace menos dependientes del agro y, por lo tanto, menos vulnerables a las volatilidades climáticas”, explicó.
De acuerdo con el informe del Banco Central del Paraguay, los servicios fueron el motor principal del crecimiento interanual en junio, con aportes destacados de la intermediación financiera, transportes, hoteles y restaurantes, actividades inmobiliarias y telecomunicaciones. Las manufacturas también mostraron un desempeño positivo, en especial la producción de carnes, aceites, lácteos, textiles, químicos y metalmecánica.
Segundo semestre
De cara al segundo semestre, el economista advirtió que el escenario internacional presenta un alto nivel de incertidumbre, lo que obliga a actuar con cautela. Paraguay ya empieza a sentir los efectos de la depreciación del dólar frente a la moneda local, un proceso que combina factores externos y domésticos, como la menor exportación de soja en volumen y precios. A esto se suma el impacto global de la pérdida de valor del dólar, lo que genera un entorno cambiante para el comercio y la inversión.
Ferreira explicó que la relación comercial con Brasil y la política arancelaria de Estados Unidos también podrían alterar los precios relativos, generando movimientos significativos de mercaderías en la frontera. Estos cambios pueden representar tanto oportunidades como desafíos, dependiendo de cómo se ajusten los mercados y el consumo interno.
Finalmente, el exministro de Hacienda subrayó que Paraguay, por ser una economía pequeña y muy abierta, no está exento de los vaivenes globales. Sin embargo, destacó que el país cuenta con un “amortiguador” importante: la capacidad de abastecerse con mercaderías de distintos países de la región, lo que históricamente ha contribuido a contener la presión sobre los precios. El desempeño de los próximos meses dependerá de cómo evolucionen estos factores externos y de la capacidad del país para adaptarse a un contexto internacional volátil.