Al respecto Wildo González, chief economist de Puente de Casa de Bolsa, mencionó que “a finales de los 90 comienzos de los 2000, todos invertían en acciones ligadas a internet, casi sin mirar sus números. Eran empresas que aparecían, cotizaban en bolsa, y después como el negocio no era viable, quebraban, esta burbuja explotó cuando la reserva federal subió la tasa de interés, otro ejemplo es la pandemia del COVID-19, todos invirtieron en empresas que estaban ligadas a las comunicaciones, para reuniones virtuales entre otros, de cuales ya quedan pocas vigentes”.
En el contexto local, este fenómeno podría ser más común en las pymes, que a menudo enfrentan desafíos durante sus primeros cinco años. Según un informe del Banco Mundial, alrededor del 20% de las empresas en América Latina no sobreviven más allá del primer año, y casi la mitad desaparece antes de cumplir cinco años.
“En Paraguay, factores como el ambiente de negocios, el acceso al crédito, la carga regulatoria y la capacidad de adaptarse a cambios en el mercado son determinantes para el éxito o fracaso empresarial”, agregó Wildo González.
Para evitar o mitigar una caída tras un rápido crecimiento, las empresas deben: construir un modelo de negocio sólido; enfocarse en la rentabilidad y la escalabilidad a largo plazo, no solo en el crecimiento rápido; diversificar los ingresos para no depender de un solo producto o mercado; mantener una estructura de costos flexible y adaptable.
Por otro lado, se deben enfocar en fomentar la innovación y en mejorar continuamente, concretamente: invertir en investigación y desarrollo para mantenerse a la vanguardia; crear una cultura que valore la creatividad, la experimentación y la toma de riesgos.
Otra clave se encuentra en estar atentos a las tendencias del mercado y a las necesidades cambiantes de los clientes, para lo cual es necesario adaptarse a los cambios del mercado, monitorear el entorno competitivo y las preferencias de los consumidores, implementar estrategias para responder a las nuevas amenazas y oportunidades, ser flexible y ágil para realizar cambios rápidos cuando sea necesario.
“La innovación es clave para la supervivencia y éxito a largo plazo. Pero también es sumamente importante que las empresas tengan una comprensión adecuada del entorno macroeconómico que lo rodea, y como este podría impactar al desarrollo de sus negocios” resaltó el economista.
Las empresas que logran fomentar una cultura de innovación y adaptación al cambio estarán mejor posicionadas para navegar por los desafíos del mercado y prosperar en el tiempo.