Alejandro Benítez, presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Turismo y Servicios de Pedro Juan Caballero, afirmó que en los últimos años, se vio una contracción en su actividad comercial. “Muchos negocios cerraron sus puertas tanto antes como después de la pandemia. Actualmente una cantidad significativa de locales comerciales en el microcentro permanecen desocupados, por la falta de inquilinos; sin embargo, hubo un aumento de 15.000 estudiantes de medicina, de los cuales el 99% son brasileños, quienes representan una fuente de consumo importante que otorga cierto respiro al comercio local”
En cuanto al microcentro y su comercio, el mismo se caracteriza por su especialización en electrónica, celulares e informática. Mientras tanto, en los barrios periféricos predominan los supermercados y tiendas de ropa y accesorios económicos. Estos sectores demuestran ser los pilares de la economía local, atrayendo tanto a residentes como a compradores brasileños.
En cuanto a la seguridad, según Benítez, mejoró considerablemente gracias a los reclamos realizados a las autoridades por instituciones locales. “El contrabando históricamente fue un problema, pero hoy en día no representa un desafío para los comerciantes, dado que los precios locales son más accesibles que los de Brasil, lo que incentiva el comercio transfronterizo”, dijo.
La cercanía con Brasil tiene un efecto altamente positivo en el comercio local, con más de 1,5 millones de consumidores potenciales en una radio de 300 km. La visita diaria de compradores brasileños impulsa la economía. Sin embargo, el temor generado en años anteriores por casos de extorsión policial dejó una imagen negativa que persiste, afectando la confianza de los visitantes y limitando su disposición para explorar el interior del país.
Los comercios más emblemáticos, como Shopping China y Planet Outlet, se suman a la lista de los atractivos para los turistas, y un ejemplo claro fue el Black Friday con una participación activa de los comerciantes, preparados para recibir a miles de turistas, especialmente de Brasil.
En cuanto a los desafíos, la falta de inversión en marketing y campañas promocionales es algo recurrente. Los comerciantes locales muestran resistencia a realizar aportes, y el sector público no brinda un apoyo significativo. Sin embargo, iniciativas como la campaña Navidad Sin Fronteras, en colaboración con la Asociación Comercial y Empresarial de Ponta Porã, buscan atraer compradores a ambos lados de la frontera.
La valorización del real brasileño es un factor determinante para la economía de Pedro Juan Caballero. Actualmente, con US$ 1 equivalente a R$ 6, el poder adquisitivo de los compradores brasileños se redujo. Además, la fabricación de productos en Brasil, como ropa, lentes y alimentos, incrementó la competencia en precios. “Marcas como Tommy Hilfiger, Levi's y Ray-Ban, anteriormente atractivas por sus precios en Paraguay, ahora se producen en Brasil, reduciendo la demanda de productos importados” explicó Benítez.
En cuanto a proyecciones, la ciudad espera la apertura del nuevo Shopping Dubái, un centro comercial que promete cambiar la dinámica del consumo. Con tiendas, restaurantes, cine y estacionamiento para más de 1.600 vehículos, el proyecto se perfila como uno de los más ambiciosos de la región.