La referida subsecretaría de Estado puso en marcha el llamado a licitación pública nacional para la implementación del servicio nocturno en el trayecto comprendido entre San Lorenzo y Asunción, específicamente de 22:00 a 4:00. Las propuestas deberán ser presentadas hasta el 23 de diciembre, fecha en que se llevará a cabo la apertura de sobres.
La ausencia de transporte público es un problema recurrente para trabajadores, estudiantes y otros usuarios, entre ellos se destacan mozos que trabajan en locales gastronómicos, médicos, playeros. Rolando Zuccolillo, director ejecutivo de Magno SA, argumentó que actualmente el sistema de transporte en Asunción y áreas circundantes enfrenta una serie de deficiencias estructurales.
Una de las más notorias es la falta de unidades operativas en horarios nocturnos, lo que obliga a muchas personas a recurrir a opciones informales o inseguras. El servicio nocturno Búho incluye un recorrido estratégico que conecta zonas clave de Asunción y ciudades vecinas.
Las unidades partirán del centro, pasarán por hospitales, las zonas de Carmelitas y Mariscal López, y continuarán hacia San Martín y San Lorenzo. “El diseño de este itinerario responde a un estudio detallado de las necesidades de movilidad nocturna, priorizando puntos de alta demanda como zonas residenciales y comerciales”, dijo Zuccolillo.
El sector privado desempeñará un papel crucial en la implementación del sistema Búho. Para Zuccolillo es importante aprovechar al máximo el material rodante existente. Actualmente, los vehículos del transporte público operan con una productividad limitada: trabajan, en promedio, tres veces al día, pero bajo condiciones ideales podrían llegar a duplicar su capacidad operativa, alcanzando hasta seis recorridos diarios. Sin embargo, esta posibilidad choca con una realidad ineludible: la falta de demanda constante a lo largo del día y, en especial, durante la noche.
“Los costos de operación se dividen en variables (como combustible y mantenimiento), fijos (personal y amortización de equipos) y comunes. Para que un autobús resulte rentable, necesita recaudar un promedio diario de G. 300.000 por salida, una meta que se complica especialmente en franjas horarias de baja afluencia”, explicó Zuccolillo.
Desde el sector prevén implementar un sistema que garantice la sostenibilidad del servicio. El Estado cubrirá un costo por kilómetro recorrido y la recaudación del pasaje se destinará a recuperar parte de él. Esta colaboración busca mitigar el riesgo financiero asociado a la demanda nocturna, que aún es incierta.
Otro tema crucial es la tarifa que los usuarios deberán pagar. Actualmente, el transporte convencional tiene una tarifa subsidiada por el Estado de G. 2.300, el convencional, mientras que el diferencial cuesta G. 3.400. Sin embargo, los costos operativos reales ya superan esta última cifra, especialmente para el servicio convencional, que depende de un subsidio estatal más elevado.
Una de las propuestas mencionadas por Zuccolillo es unificar las tarifas para simplificar la estructura y permitir que los pasajeros elijan el nivel de servicio basado en la calidad del vehículo, no en el costo del pasaje.