Los tanques de combustible del A350 estuvieron cargados con el gasoil producido por el fabricante francés Total. El producto es una mezcla entre queroseno y 16% de biocombustible (SAF). Para producir estos químicos sostenibles se utilizan principalmente biomasa; es decir, verduras sin usar o, en este caso, aceites de cocina.
“Desde hace muchos años el Grupo Air France-KLM se ha comprometido a reducir su huella medioambiental. Junto con la renovación de nuestra flota, los combustibles de aviación sostenibles constituyen nuestra principal palanca a medio plazo para reducir a la mitad nuestras emisiones de CO2 por pasajero/km de aquí a 2030”, dijo el CEO de Air France- KLM, Benjamin Smith.
Con esto, aerolíneas como Air France, buscan reducir significativamente los niveles de dióxido de carbono. Si bien se ha avanzado con el uso de SAF, aún falta camino por recorrer para desarrollar el mejor en cuanto a calidad y precio.