Tanto para aumentar la masa muscular como para bajar de peso muchos profesionales y fanáticos promueven la ingesta de proteínas (en forma de alimentos y/o suplementos) en un 50% a 60% del total de su alimentación, siendo el resto prácticamente grasas y vestigios de carbohidratos.
Cuando nuestra ingesta de proteínas supera las recomendaciones diarias (en condiciones normales necesitamos entre un 15 y 20% como máximo), el mineral más afectado es el calcio, pues es eliminado a través de la orina y de la materia fecal en mayor cantidad que lo habitual, es decir, tenemos pérdidas importantes de este micronutriente básico e indispensable para nuestra estructura esquelética.
Si deseo ganar masa muscular debo saber que el calcio, además de formar parte del hueso, también se encuentra en una pequeña cantidad en el torrente sanguíneo y es fundamental para lograr la contracción muscular, mantener los latidos del corazón y transmitir impulsos nerviosos, por lo que su pérdida excesiva disminuiría estas funciones vitales.
Otros factores que aumentan la pérdida de calcio son: el exceso de sal, la cafeína y el tabaco. Los omnívoros encuentran calcio principalmente en la leche y sus derivados y los vegetarianos en vegetales verdes, frutas, legumbres, que si bien lo contienen en menor cantidad que los lácteos, éstos al no consumir proteínas de origen animal, no eliminan calcio en exceso y sus necesidades son mucho menores.