Para entender las implicancias mecánicas de esta situación tan común en estas épocas, desde InfoNegocios conversamos con Camilo Mieres, propietario de ACM Taller Mecánico y fundador de IFT Paraguay (un Instituto de Formación Técnica especializado en gestión y reparación automotriz para otros talleres), quien explicó con precisión qué pasa cuando las temperaturas bajan.
“El frío principalmente hace que baje la capacidad de la batería. Cuesta mucho circular a los electrones, a los protones, como para que dé energía al motor de arranque que sienta el vehículo”, señaló.
En palabras sencillas, cuando una batería ya está algo desgastada, el frío puede terminar de colapsarla. Y no solo se trata de que el auto no arranque, sino que, en los vehículos actuales, que son altamente electrónicos, una batería defectuosa puede desencadenar un efecto dominó de fallas y puede resultar mucho más costoso.
“Hoy los autos son 100% electrónicos. Una batería en malas condiciones genera una caída de tensión que puede dañar componentes, afectar software o incluso quemar un módulo completo. Y eso es muchísimo más costoso que cambiar la batería a tiempo”, advirtió.
Según explicó, el 90% de los vehículos que ingresan al taller con fallas electrónicas durante el invierno tienen como origen una batería ya defectuosa. “Muchos talleres cambian piezas, módulos, sensores... y el problema era la batería. Nada más”, agregó.
Una batería para vehículos europeos o americanos (como BMW, Audi, Mercedes-Benz, Jeep o Dodge) cuesta desde G. 1.800.000 (tecnología AGM o Start-Stop). No cambiarla a tiempo puede derivar en daños que superan los G. 10, 12 o hasta 15 millones, considerando grúa, reprogramación de computadoras, mano de obra y días sin vehículo, es decir, todo lo que implica.
“Lo que podría ser solamente un cambio de batería termina siendo seis, siete, ocho veces más. Y después vienen con la cabeza agachada, en grúa, con un módulo quemado y pidiendo solución”, relató.
Mieres también hizo hincapié en la importancia de cambiar la mentalidad del conductor paraguayo, que muchas veces pospone los mantenimientos por razones económicas sin considerar el riesgo, que esto genera.
“Recomendarle al pueblo paraguayo que cambie su mentalidad. Que piense en crecer, no solamente en ahorrarse. Porque por ahorrarse unos guaraníes muchas veces terminan gastando mucho más”, reflexionó.
Desde ACM promueven una atención basada en la transparencia, con diagnóstico visual, presupuestos y soporte visual. “Nosotros mostramos con fotos, con videos, todo lo que el vehículo necesita. Nos esforzamos para que el cliente entienda lo que se le va a hacer y por qué”, explicó.
La revisión completa de un vehículo (lo que generalmente en Paraguay muchas veces se confunde con solo cambiar aceite y filtro) implica mucho más que eso. En el taller, una revisión integral arranca en G. 660.000 solo por mano de obra, dependiendo del tipo de vehículo. El “service”, como aclara Mieres, incluye revisión de batería, alternador, frenos, suspensión, bujías, correas, poleas, electrónica e iluminación.
Además, recomienda controlar el nivel de aceite cada 15 días, evitar acelerones en frío y dar al menos un minuto de encendido antes de emprender la marcha, especialmente en vehículos automáticos.
Y aunque reconoce que las calles están en mal estado y los combustibles no siempre son los ideales, insiste en que el cuidado del vehículo es una responsabilidad personal.
“La gente reclama mucho de las calles, de los combustibles, pero aun así no cuida su vehículo. Apenas cambia aceite, filtro, y si hay algo muy grave recién lleva al taller. Eso tiene que cambiar”, dijo.
Para consultas o para agendar una revisión preventiva, el número de atención al cliente de ACM Taller Mecánico es +595 992 432543.