La tableta, de 18,4 pulgadas, causa una sensación inicial extraña. No está pensado para tenerlo en las manos. Aunque permite hacerlo. Ni para llevarlo con uno, aunque también es posible. Una peana en la parte trasera da la solución, se puede colocar sobre una mesa y comenzar a usarlo o llevarlo de una habitación de la casa a otra. Sirve para dejarlo sobre una superficie y consumir contenido, o apoyarlo en la mesa y usar aplicaciones.
En una pequeña o mediana empresa puede servir como monitor accesorio para mostrar y presentar productos, hacer reuniones o videoconferencias, cuenta con una cámara frontal de 2,1 megapíxeles, no es necesario tener equipo fijo. La generosa pantalla invita a que sean más de dos las manos que lo usen al tiempo sin que haya problemas.
Carece de un punto oficial, S-Pen, en el caso de la firma coreana, pero sí es compatible con teclados con conexión bluetooth en caso de que se quiera usar para escribir.
Su peso, de dos kilos, lo convierte en un complemento para el hogar o accesorio para la casa de verano, pero no es el gadget ideal para un viaje ligero.
Lo apreciarán los fanáticos de las series, a los que se ha dedicado un escritorio completo. Samsung ofrece una adaptación con grandes iconos y acceso directo a programas televisión online de las cadenas más populares en el caso de España. El aparato usado en las pruebas, préstamo de la operadora de Estados Unidos AT&T, ofrece algo similar pero adaptado a los canales locales.
En resumen, una tableta que sirve de televisor auxiliar o tableta de uso familiar. No utiliza el procesador más potente ni el software más avanzado. La batería, a pesar del tamaño de la pantalla, permite ocho horas de autonomía lejos del enchufe.
En España se vende por 649 euros el modelo de 32 gigas, ampliables a través de tarjetas MicroSD. Funciona con Android 5.1.
(Fuente: El País)