El banco revisó a 3,1% su proyección de inflación para el cierre de 2025 (vs. 3,5% previsto anteriormente), acercándola aún más al centro del rango meta del Banco Central. La mejora responde a una combinación de menor presión en alimentos y combustibles, junto con una política monetaria que mantiene un tono restrictivo pero efectivo para contener expectativas.
En cuanto a la actividad, la proyección de crecimiento del PIB para 2025 se mantuvo en 5%, aunque el informe advierte que los riesgos “son al alza”, debido al impacto estadístico que dejaría un 2024 mejor de lo esperado. Los indicadores adelantados del segundo semestre apuntan a un “arrastre estadístico” del 5,9.
La previsión para 2026 se mantiene en 4%, en línea con tasas históricas del país y con un entorno global más moderado.
Desde el lado de la Tasa de Política Monetaria, Itaú estima que para fin de año se encontraría en 6,00%. La tasa de política monetaria ya se encuentra en el límite superior del rango neutral del BCP en términos reales ex ante.
Aunque las expectativas de inflación para el horizonte de la política monetaria (18-24 meses) están ancladas, la actividad económica está creciendo muy por encima de su potencial (3,5%) y la liquidez en moneda local se encuentra en niveles mínimos. Esto introduce el riesgo de que las tasas aumenten con el tiempo.