Tratemos de planificar y anticiparnos a estas situaciones. ¿Cómo? Armando, antes de ir, un menú mental de lo que vamos a comer y así evitar el picoteo, comer en exceso y elegir alimentos que no nos convienen. Una vez ahí, aprovechemos para dialogar y compartir con los asistentes, y así no centrar toda la atención solamente en la comida.
Bocaditos: ¡cuidado con ellos!
En los eventos o reuniones laborales, el menú suele ser de “bocaditos”. Estos alimentos tienen una combinación perfecta de grasas y carbohidratos sumamente sabrosa que estimula a no parar de comer. Debemos tener cuidado con ellos.
Si vamos a comerlos, primero debemos plantearnos el horario de esa ingesta, ya que el tamaño de las comidas varía de acuerdo al momento del día. Si es un desayuno, media mañana o merienda, una porción base es de cuatro a cinco bocaditos (cualquiera de ellos), que podemos acompañar con gaseosa light o zero. Si es un almuerzo o cena, la porción es de ocho a diez unidades.
Si logramos respetar estas raciones y esta comida no es diaria (una o dos veces por semana), no es necesario dejar de comerlos. Sin embargo, si solo por probarlos no podemos parar de comer o si tenemos tantas reuniones y festejos semanales que su ingesta es frecuente, debemos optar por otros alimentos o directamente evitarlos.
Para las empresas o quienes organizan los eventos o reuniones laborales, sugiero algunas opciones más saludables. Siempre agua, jugos naturales, té y café con bocaditos saludables.
Opción 1
Brochetes de
Mozzarella
Tomate
Albahaca
Aceitunas
Grisines
Opción 2
Picadas de
Rollitos de jamón
Rollitos de queso
Pickles
Zanahorias babies
Palmitos en rodajas
Aceitunas
Tomatitos cherry
Pancitos chip y/o con semillas o tostaditas
Opción 3
Empanaditas horneadas de verduras y choclo
Milanesitas horneadas de berenjenas
Sándwiches de huevo y verduras
Opción 4
Barritas de cereales
Galletitas dulces con semillas