El evento fue organizado por la Asociación Paraguaya de Recursos Humanos (Aparh) y el Rincón Módiga.
Figueredo comentó que hasta el momento lo sorprendente de ChatGPT es la capacidad de desarrollo de pensamiento crítico inmerso a la hora de ejecutar búsquedas y las precisiones en las respuestas.
La IA es capaz de facilitar imágenes generadas de personas que no existen en la vida real y en segundos puede realizar un trabajo de diseño, fotografía, resumen de texto, etc. Pero por otro lado, surge el debate sobre los derechos de autor.
“La tecnología siempre fue más rápida que la legislación, ahora van a empezar a legislar, es lo que pasó con el automóvil, siempre la legislación apareció después. Así fueron las disrupciones de Uber y Airbnb. Todas las tecnologías rompen modelos de negocios, educativos, de gobierno”, expuso.
No obstante, algunas aristas, como el sector educativo, deben ser analizadas y revisadas en los mecanismos de aprendizaje para evitar caer en un deterioro del modelo de enseñanza.
Ahora bien, si la herramienta es utilizada correctamente puede ayudar a innovar, conectar con el expertise del usuario que, con este conocimiento previo, aumentará sus capacidades de eficiencia en las tareas administrativas.
En otras palabras, el experto consideró que podemos “sacarle el jugo” a esta herramienta a favor. De esta manera se producirá indefectiblemente en 15 años una evolución de los roles, la llamada cuarta revolución. “La IA aprovecha tu talento, tu expertise; que a su vez permite discriminar lo útil y lo que no lo es al saber utilizarlo”, señaló.
Para Figueredo las carreras se transformarán como todo en la evolución. “Los abogados y comunicadores podrán ser más eficientes, pero no van a desaparecer. El abogado te va a generar contratos y textos específicos, pero más rápido. No se va a perder el rubro, sino que ganará eficiencia. La velocidad y la amplitud de la IA es algo nunca antes visto, te obliga a evolucionar rápido”, aseveró.
Además, consideró que la personalización del trabajo requiere de una persona experta.
Es así que, contrariamente a lo que se mitifica sobre la pérdida del empleo, en realidad es el colaborador quien supervisará a la IA para la ayuda en tareas que optimicen sus funciones.
Por ejemplo, un proyecto y su plan de acción pueden ser creados por la IA, basándose en preguntas concretas. Así, la IA pasa a ser una herramienta consultora de ideas.
En cuanto al desarrollo de negocios, dijo que con la IA se podrá visualizar a corto plazo el impacto y velocidad de resultados.
Entre los factores para lograr el propósito de una empresa al aplicar IA, sostuvo que está primero una comunicación clara, capacitación continua, participación y creación de roles.
Por último, el profesional recordó que la IA está generando debates éticos en cuanto a la transparencia, privacidad de los datos, equidad (algunos resultados generados reflejaban una dirección solo masculina) y responsabilidad.