Con una inversión inicial estimada en US$ 72.639 (alrededor de G. 560 millones), el proyecto combina reforestación, producción de plantines de alta calidad genética y asistencia técnica especializada para restaurar suelos degradados. La apuesta, sin embargo, es mucho más ambiciosa: integrar la producción forestal con la actividad ganadera bajo un modelo silvopastoril, promoviendo la sustentabilidad ambiental y la inclusión social.
En entrevista con InfoNegocios, Kotschy relató que eligió Paraguay por sus condiciones atractivas para la inversión, pero también por vínculos personales. “Tengo amigos que emigraron desde Austria a Villarrica. La calidez de la gente y el ambiente favorable para emprender fueron claves en mi decisión”, explicó.
El proyecto se centrará en el cultivo de eucaliptos, especie adaptable al clima local y utilizada por la empresa paraguaya La Rivera, que será aliada de Microcultura en esta nueva etapa. “El eucalipto permite el desarrollo de modelos silvopastoriles donde se puede pastar ganado entre los árboles. Esto genera madera y carne, al mismo tiempo que se cuida el suelo”, detalló el empresario.
Uno de los pilares del emprendimiento es la producción de plantines en viveros certificados, con distintas calidades y adaptados a la demanda del mercado forestal. El acompañamiento técnico será constante, brindando asesoría para un manejo responsable del suelo y cumplimiento de normativas ambientales. Además, el proyecto apunta a ser parte de programas de compensación de carbono, un sector en expansión a nivel regional.
Ernesto Rojas, director de Inversiones y Regímenes Especiales de SUACE, explicó que la inversión de Kotschy responde a una necesidad identificada a través de estudios de mercado. “Existe una alta demanda de servicios forestales relacionados con la restauración de suelos, cumplimiento ambiental y carbono. Microcultura apunta a cerrar esa brecha, brindando plantines de calidad, asistencia técnica y sostenibilidad en zonas con alta deforestación”, afirmó.
Kotschy remarcó que todas las operaciones estarán bajo estándares internacionales de sostenibilidad y manejo forestal responsable. “No se trata solo de plantar árboles, sino de cuidar el ambiente desde lo micro, porque quien no cuida a pequeña escala difícilmente puede tener éxito en grande”, dijo el empresario, quien también se desempeña como dentista especializado en microscopía en Austria. Justamente de allí proviene el nombre de la firma: Microcultura, como un guiño a su profesión y a su visión de empresa.
Con este nuevo emprendimiento, Paraguay suma una inversión de capital extranjero con alto impacto ambiental y productivo, en una región estratégica para el desarrollo forestal. Y Villarrica, con su potencial natural y humano, se posiciona como un nuevo polo de innovación y sostenibilidad en el mapa de las inversiones verdes.
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