Detrás de cada costura hay una historia y hablando de La Tienda de Pachi, hay varias. Su creadora no imaginó que aquella curiosidad infantil por la máquina de coser de su mamá terminaría convertida en un emprendimiento. “Siempre le vi a ella desde muy chiquita y en un momento le dije que quería probar, que me quería sentar en la máquina, a ver qué salía”, recordó en conversación con InfoNegocios.
Del resultado nació un pequeño universo de diseño, ternura y personalización ya que, desde su taller en San Lorenzo, Paz confecciona ropas, pañoletas y accesorios hechos a medida para perros, con un detalle que identifica a cada pieza ya que lleva el nombre del animal y una notita personalizada. “A todos los perritos les hacemos una notita que dice que esta prenda fue hecha con mucho amor, y siempre va firmada con la carita de mi perrita, que es también la cara de la tienda”, comentó con orgullo.
El boom llegó con el frío, cuando los padres perrunos comenzaron a buscar ropa de abrigo para sus mascotas y en ese sentido, la tienda cuanta con opciones que arrancan desde G. 30.000, y los pedidos se multiplican, especialmente por la posibilidad de personalizar cada prenda. “Eso le llama mucho la atención a la gente. Que pueda tener el nombre de su mascota, o elegir un diseño distinto”, explicó.
Uno de los encargos más especiales que recibió Paz fue el de una reconocida firma automotriz. “La gente de Chevrolet nos contactó porque habían adoptado un perrito por el Día del Perro querían hacerle un uniforme. Era un perrito que querían que tenga su remera y su pañoleta con el logo de la empresa”, relató. No se trataba solo de una prenda más, era un símbolo de pertenencia, de nueva vida y de afecto.
La Tienda de Pachi también ofrece envíos al interior del país, y ya ha llegado a clientes de ciudades como Limpio, Mariano Roque Alonso y más allá. Además, tiene un grupo de clientes fieles que vuelve por nuevos diseños o modelos de temporada. “Hay personas que compran muchísimas ropas para su perro, no es que una nomás y ya. Incluso algunos son clientes fijos que nos siguen desde que arrancamos”, aseguró.
Como buena emprendedora, Paz sabe que el valor está en los detalles entonces desde el cuidado con los materiales hasta el mimo que acompaña cada envío. “La primera ropita que hice fue para mi perrita. Ella es mi modelo y mi inspiración”, dijo.
Con máquinas heredadas, ideas propias y mucho amor por los animales, Paz Torres convirtió un juego de infancia en un negocio real y en crecimiento. Hoy, La Tienda de Pachi no solo viste a perros, sino que celebra su lugar ganado dentro de cada familia.
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