A pesar de los retos climáticos, el sur logró un crecimiento del 80% en la producción de sandía en comparación con el año anterior. Localidades como Alto Paraná y zonas cercanas a San Pedro del Paraná (Itapúa) destacaron por su excelente rendimiento, gracias a condiciones más favorables y al esfuerzo de los productores.
“En términos de calidad y cantidad, fue un año muy exitoso”, comentó Meza. Este éxito se atribuye a factores como la adaptación de los agricultores a las condiciones climáticas y el uso de prácticas agrícolas mejoradas que permitieron maximizar los resultados en áreas consolidadas de cultivo.
Además del aumento en volumen, el sur sobresalió por la calidad del fruto. Los productores lograron sandías más grandes, dulces y resistentes, características que incrementan su valor en el mercado interno y abren oportunidades para futuras exportaciones.
“La superficie de cultivo se mantuvo estable, pero el rendimiento y la calidad han sido destacables”, señaló el ingeniero. Este avance subraya la capacidad del sector agrícola para innovar y superar adversidades.
La introducción de variedades mejoradas y el manejo eficiente del agua fueron cruciales para convertir al sur en un referente nacional en producción de sandía.
Mirando al futuro, Meza confía en que el éxito del sur sirva como modelo para replicar en otras regiones. “El sur demuestra que, con las condiciones adecuadas y el apoyo necesario, es posible transformar la agricultura y garantizar la seguridad alimentaria del país”, afirmó.
La producción de sandía en esta región del país es un recordatorio de que, incluso en tiempos difíciles, la dedicación y el trabajo conjunto pueden generar resultados extraordinarios. Este logro no solo beneficia a los agricultores locales, sino que fortalece la economía regional y pone de manifiesto el potencial agrícola paraguayo como motor de desarrollo sostenible.