Cuando comenzaron con la firma Dialexport SA, el objetivo era industrializar la mandioca, lo cual lograron con la producción de harina de mandioca, explicó Jorge Leal, socio de la firma.
Con el paso del tiempo, siguieron investigando las propiedades y versatilidad de esta materia prima, y así fue que decidieron crear un proyecto para fabricar platos, vasos y pajitas hechas a base de mandioca.
“Por ejemplo, si el vaso cae a un río, un lago o un vertedero con humedad, se va a deshacer completamente en seis días. La misma fórmula la utilizamos con los platos, que tienen en su interior semillas, así que en caso de que caigan en la tierra, las semillas pueden germinar en condiciones propicias y si cae al agua se deshace, para convertirse en alimento para peces”, afirmó.
Leal mencionó que actualmente se tiran como desperdicio unas 140 toneladas de bagazo de mandioca por día, y que a partir de este material, ellos innovaron con otra línea de platos, de mayor duración y grosor, que soportan altas temperaturas y son reutilizables.
“En la semana vamos a estar terminando también nuestras pajitas a base de polímero de papel, envueltas con polímero de harina de mandioca. Estas pajitas pueden durar hasta 2 horas en tu vaso, sin derretirse”, aseguró.
Sobre el proceso de industrialización, el directivo comentó que están trabajando en la instalación de su planta de producción, y estiman que estaría operativa para finales de noviembre.
“Tardamos unos seis meses aproximadamente para encontrar nuestra fórmula para los productos, y cerca de un año para conseguir todos los permisos sanitarios para la comercialización. Ahora solamente estamos esperando la culminación de nuestras máquinas especiales, para su instalación y puesta en marcha”, expresó.
En la planta producirán dos artículos, el primero es la harina de mandioca y el segundo son los artículos domésticos, elaborados a base de polímero de mandioca. La capacidad de producción estimada es de 6.000 platos y 12.000 pajitas por hora, pero al principio elaborarán cerca de 5.000 artículos en promedio, durante los primeros tres meses.
Sobre la comercialización de sus artículos, Leal señaló que luego de ganar el premio de Mipymes Innovadoras de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), tuvieron contacto con miembros de la Unión Europea (UE), que están interesados en llevar sus productos al Viejo Continente.
Asimismo, pretenden vender los productos en el mercado paraguayo y no descartan exportar a Chile, teniendo en cuenta los contactos que tienen.
“La diferencia de precios entre un vaso nuestro y un vaso de plástico es de aproximadamente un 30%. Pero si incrementamos la producción, incluso podríamos bajar hasta 10% esa brecha, y sumándole el componente sustentable, las empresas se volcarían a esta iniciativa”, manifestó.