“La gente está tomando más helado en invierno. Se está volviendo un hábito que nuestros clientes compren postres para llevarlos a la casa”, afirmó Jorge Leoz, presidente de Amandau, una heladería que está a punto de cumplir 50 años en el mercado.
El empresario señaló que si bien en invierno, en la actualidad, la demanda baja al 50%, la realidad de hace cuatro décadas mostraba que el consumo descendía un 70%. Cambio de hábitos y ofertas alternativas se combinan para atraer a los clientes.
“Hoy el consumo de helados es grande en invierno. Es una tendencia que se venía dando en los últimos años, pero fue muy marcado con la pandemia. La gente no dejó de tomar helado, lo compraba y lo llevaba a la casa. Creció mucho lo que se llama línea hogar, el helado que se consume en casa”, agregó.
Hay marcas que apelan a otras estrategias para convocar al público y ofrecen productos salados a la par que el rubro tradicional. Stella Maris Jara, propietaria de Helados Angelo, manifestó que las ventas de su artículo principal bajan a la mitad en invierno, pero que la comercialización de otros productos compensan ese descenso.
“Nosotros tenemos una panadería dentro del local y en invierno se venden más los productos panificados”, explicó y añadió que en la época de días fríos mantienen la misma oferta de helados de la temporada estival.
Otra marca tradicional, como París, tiene a disposición de sus clientes, sándwiches fríos y calientes, hamburguesas, lomitos, empanadas y picadas. En Quattro D se puede degustar quesadillas, burritos, mulitas, omelettes y tortas, entre otros. Estas opciones están disponibles todo el año, pero ejercen un atractivo extra para la concurrencia invernal.
El invierno ya no es un impedimento para que una empresa de helados siga creciendo, aseveró Leoz, quien recordó que “hace 40, 45 años sí lo era; la gente no salía cuando hacía frío, pero hoy los vehículos tienen calefacción, las casas también, y lo mismo pasa en los locales”. Remarcó que lo que más conspira contra la convocatoria del público es la lluvia, algo que ocurre también en verano y afecta no solo a los heladeros sino a todo el sector gastronómico.
A futuro
Leoz sostuvo que la tendencia del consumo de helados en invierno se va a sostener, e incluso crecerá; y en el caso particular de Amandau, informó que en el futuro la empresa va a volver a exportar sus productos. Relató que en marzo del 2020 tenían lista la apertura de una franquicia en Campo Grande, Brasil, una iniciativa que la pandemia dejó truncada.
“Paraguay tiene ventaja comparativa, sobre todo para el mercado brasileño, con mejores precios y productos, y siempre estamos en contacto con ellos. En cuanto al mercado local, seguimos innovando: el año pasado lanzamos la línea gourmet de helados -que tiene aceptación en el público-, y en días vamos a lanzar las medialunas Amandau”, anunció.