En 2020, Paraguay exportó 6.415.552 kilogramos de productos avícolas, generando ingresos superiores a los US$ 4 millones. Esta cifra marcó el inicio de una tendencia alcista que se ha mantenido constante. Para 2024, el volumen de exportación alcanzó 11.763.931 kilogramos, mientras que el valor FOB (Free On Board) se elevó a US$ 14 millones.
Estas cifras también resaltan que el crecimiento en las exportaciones no es un hecho aislado, sino el resultado de una serie de factores que fortalecen la posición de la producción local en el mercado internacional. Entre ellos, destaca la inversión en tecnología y sanidad animal, lo que permite mejorar los estándares de producción y cumplir con las exigencias de los mercados externos. Además, la diversificación de destinos de exportación redujo la dependencia de mercados específicos, abriendo nuevas oportunidades comerciales.
Movimiento de aves
En el ámbito interno, Senacsa informó sobre el movimiento de aves dentro del territorio nacional durante el 2024. Según el reporte, se emitieron 23.315 certificados que habilitaron la movilización de un total de 85.111.634 aves a lo largo del año. Este volumen refleja la magnitud de la actividad avícola en el país y la eficiencia en la logística para garantizar el abastecimiento tanto del mercado interno como de las exportaciones. Octubre, julio y mayo fueron los meses con mayor actividad, con más de 7,5 millones de aves movilizadas en cada caso, mientras que el promedio mensual se mantuvo cercano a los 7 millones de aves.
El informe también subraya que la capacidad de movilización interna es un pilar fundamental para el desarrollo de la industria, ya que asegura una respuesta rápida y efectiva a la demanda del mercado. La eficiencia logística, combinada con los altos volúmenes movilizados, es una prueba del nivel de profesionalismo alcanzado por el sector.
El crecimiento sostenido de nuestra industria avícola puede atribuirse a diversos factores como: las inversiones en tecnología y la mejora continua en sanidad animal, que incrementan la confianza del mercado externo en los productos nacionales. Asimismo, la diversificación de los destinos de exportación permite que los productores avícolas encuentren nuevas oportunidades comerciales, reduciendo los riesgos asociados a la dependencia.
Otro aspecto a considerar es la eficiencia en la logística, que facilita el manejo de altos volúmenes de aves dentro del territorio nacional. Este dinamismo no solo garantiza el abastecimiento local, sino que también refuerza la capacidad de respuesta ante la creciente demanda internacional. Estos avances son posibles gracias al esfuerzo de productores, autoridades y entidades como Senacsa, que trabajan de manera coordinada para fortalecer al sector.
Con base en las tendencias actuales, las perspectivas para el futuro de la industria avícola local son altamente positivas. Los desafíos estarán centrados en mantener los altos estándares de calidad alcanzados, así como en continuar explorando nuevos mercados internacionales para diversificar aún más las exportaciones. Además, será fundamental consolidar las inversiones en tecnología y sostenibilidad para asegurar un crecimiento continuo y equilibrado.