Los volúmenes de exportación de los productos derivados de la soja -registrados en los informes-, demuestran retracciones significativas para la harina y el aceite de soja, situación que lleva a que por segundo año consecutivo, la agroindustria local cierre con caídas en los volúmenes industrializados. Todo esto a pesar de que el país obtuvo una cosecha récord de más de 10 millones de toneladas de soja.
Exportación de derivados de la soja en volúmenes
En cuanto al aceite de soja, se registra que fueron enviados 634 mil toneladas entre los meses de enero y noviembre del presente año, lo que representa una variación negativa del 9,1%, en comparación a las 698 mil toneladas exportadas en el mismo periodo del 2016.
La harina de soja, por su parte, sufrió una variación negativa del 13,1%, teniendo en cuenta que, entre los meses de enero y noviembre del presente año, fueron enviadas 2.118.000 de toneladas, en comparación a los 2.437.000 de toneladas exportadas en el mismo periodo del año pasado.
Asimismo, en lo que concierne a la cascarilla, el BCP expone que se registró un leve aumento del 0,8%, considerando que fueron enviadas 91.500 toneladas, en comparación a las 90.800 toneladas del 2016.
Divisas
La harina y el aceite de soja registraron en su conjunto una variación negativa del 15% en cuanto al ingreso de divisas por exportación. Entre los meses de enero y noviembre del presente año, la exportación del aceite de soja generó unos 438 millones de USD, en comparación a los 458 millones de USD generados el año pasado en el mismo periodo, es decir, tuvo una variación negativa del 4,2%.
Mientras que la harina de soja registró 667 millones de USD por la exportación, siendo que había obtenido 840 millones de USD en el mismo periodo del 2016, destacando así la caída del 20,6% en total.
Industralización
Todas estas cifras referidas anteriormente, tanto en volúmenes como en el ingreso de divisas, exponen que el presente año fue incluso menos favorable para la industria de molienda que el 2016, año que ya había registrado un estancamiento.
A todo esto, se debe agregar que las previsiones no son tan alentadoras ya que recientemente el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en su reporte de mercado global de oleaginosas, volvió a recortar un 6,3% sus estimaciones para el sector agroindustrial en Paraguay para la campaña 2017/2018.
Sin embargo, proyecta que seguirá predominando la exportación de soja en estado natural.
Al respecto, Sandra Noguera, gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales - CAPPRO, refirió: “el aceite y la harina de soja se han convertido en los últimos años en importantes fuentes de ingreso en divisas, principalmente porque generan un flujo más constante que el grano en estado natural, por lo que la caída en la industrialización y en la exportación de estos productos debe ser un toque de alerta para nuestra economía”.