“La preferencia del consumidor sigue siendo claramente la carne roja o carne vacuna. Después vienen la carne de cerdo y la de pollo. Otras opciones como pavo o cabra tienen una participación mucho menor”, explicó Lezcano. La afirmación no solo refleja una cuestión cultural, sino también el peso del complejo ganadero bovino, que sigue siendo el principal proveedor de proteína animal para el consumo interno.
En las últimas semanas surgieron versiones sobre una posible escasez de carne vacuna, lo que generó preocupación en el mercado. Sin embargo, desde el sector supermercadista aseguran que el abastecimiento está garantizado. “Hasta ahora hay stock. Hubo muchas versiones sobre una posible falta de carne, pero tanto los gremios ganaderos como las autoridades salieron a aclarar que iba a haber suficiente oferta”, sostuvo el titular de Capasu.
Lezcano aclaró que el comportamiento del mercado en los días previos a Navidad y Año Nuevo será clave, sobre todo por la concentración del consumo. “La semana que viene va a ser determinante. Va a depender mucho de cómo estén trabajando los frigoríficos híbridos, pero hoy la situación es estable”, señaló, descartando riesgos inmediatos de desabastecimiento.
Desde el punto de vista ganadero, el protagonismo de la carne vacuna también se refleja en los cortes más demandados. “La costilla vacuna es la vedette de estas fechas. Es el corte que más rápido se vende y el más buscado por el consumidor”, indicó Lezcano. Asados familiares y reuniones sociales explican buena parte de esta preferencia, que se repite año tras año.
La carne de cerdo, por su parte, se consolida como la segunda opción en la mesa festiva. “El cerdo tiene una muy buena demanda en fin de año y hay stock suficiente”, afirmó. Cortes frescos y productos elaborados ganan espacio en las compras, impulsados por su versatilidad y por una mayor presencia en la oferta comercial.
El pollo completa el podio de las carnes más consumidas, con un comportamiento estable y sin sobresaltos en la provisión. “En pollo también estamos bien abastecidos. Hicimos programaciones anticipadas de estos productos para llegar preparados a estas dos semanas de alto consumo”, explicó el presidente de Capasu. Esta planificación previa permite ordenar la demanda y dar previsibilidad tanto al comercio como a la cadena productiva.
Aunque en menor escala, otras carnes también aparecen en el radar del consumidor. “Algunos preguntan por pavo y, en menor medida, por carne caprina, pero son nichos muy puntuales”, comentó Lezcano, al describir un mercado donde la diversificación existe, pero no desplaza a las proteínas tradicionales.
El enfoque ganadero del consumo se completa con otros productos de origen animal que acompañan las carnes en la mesa de fin de año. Quesos, huevos, leche y embutidos muestran un incremento en la demanda, impulsados por recetas típicas y costumbres arraigadas en esta época, como la chipa guazú y la sopa paraguaya.
Con una oferta sólida, planificación anticipada y un consumo que responde a patrones históricos, el cierre de año encuentra al sector ganadero y supermercadista alineados. La carne vacuna vuelve a liderar el menú festivo, seguida por el cerdo y el pollo, en un escenario donde la producción nacional sostiene el abastecimiento y reafirma su rol clave en la seguridad alimentaria del país.