¿Cómo se conforma el equipo de trabajo para esta campaña?
Ami Cabrera, directora del proyecto de Activamente, fue quien nos convocó a mí y a Noelia Pérez para trabajar como dupla creativa en la campaña. El brief tenía como objetivo principal la prevención del feminicidio y la continuidad de la campaña Violencia Cero que se viene desarrollando hace un par de años. Como dupla pasamos a formar parte de un gran equipo multidisciplinario conformado por comunicadores, asesores de género, psicólogas, víctimas, sobrevivientes y profesionales del audiovisual. Personalmente, es la primera vez que desde “el vamos” me toca trabajar con un equipo de esta magnitud y fue una buenísima experiencia.
¿Qué les pedía el brief y cuál fue la estrategia presentada?
El brief lo fuimos armando a través de varias reuniones, charlas y análisis del problema. Así fue como decidimos cambiar el foco y dejar de hablarle solamente a las víctimas para dirigirnos directamente a todo el entorno. Esto porque el problema de la violencia contra la mujer es producto de la sociedad machista en la que vivimos y, además, el círculo de violencia que se desarrolla en cada caso muchas veces imposibilita a las víctimas a tomar decisiones o a concretar acciones. A partir de eso trabajamos con el objetivo de involucrar a la gente y explicar que todos tenemos que tomar cartas en el asunto para que la víctima no se sienta sola y reciba contención rápida de parte de seres queridos o personas cercanas.
¿Cuál representó el mayor desafío de la campaña?
Cuando empezamos a profundizar en el entorno nos dimos cuenta que mucha gente no comprende cómo funciona el círculo de violencia. Mucha gente sigue creyendo que la mujer solo tiene que tomar la decisión de separarse y ya, o que “tiene que dejar de elegir ese tipo de hombres”. El pensamiento común, casi siempre, en estos casos termina culpando y juzgando a la mujer. Y no podemos olvidar que ella ya es víctima de violencia y puede llegar a ser víctima de feminicidio. La violencia ya es un problema grave y no podemos andar exigiendo y criticando a una mujer que la padece. Por eso, parados sobre el insight “no me quiero meter en problemas de pareja” decidimos convertir la campaña en un call to action: Metete.
Para eso utilizamos la metáfora de una mujer ahogándose, representando la realidad de una víctima de violencia. Nos pareció la forma más didáctica e impactante de explicar cómo se sienten ellas y principalmente cómo necesitan de nuestra ayuda. El 137 que siempre fue promocionada como una línea de contención para víctimas, hoy pasa a ser también una línea en la que todas las personas que conocen un caso pueden recibir asesoramiento de cómo ayudar y acompañar a la víctima en su proceso.
Además, la campaña irá lanzando testimonios reales de mujeres que sobrevivieron a casos de violencia, que conmueven y a la vez nos enseñan que la ayuda de alguien, no importa de quién, puede salvar una vida.