“Empezamos a prueba y error, y salieron los sabores. Comenzamos a comercializar y entramos a cadenas de Biggie, lo que nos hizo realmente subir las ventas a otro nivel”, contó Diego Quintana a InfoNegocios. Narró también que todo empezó en una cocina doméstica, hasta que hubo una gran necesidad por parte de los consumidores que iban haciendo cada vez más pedidos y en mayor cantidad. En el trayecto del emprendimiento, Panzone fue dando zancadas hacia una empresa de mayor escala de producción. “Hacemos todo en la fábrica propia, que queda en Fernando de la Mora, zona norte”, comentó Quintana.
Para aperitivos y más frecuentemente para picadas o asados, Panzone compite contra productos brasileños del mismo tipo, siendo altamente preferido por un público prácticamente fidelizado, según Quintana, en todos sus intensos sabores de cuatro quesos, picante y ajo y queso.
“La competencia nos dio un giro, un giro a entender que tenemos que ampliarnos”, reconoció Quintana, afirmando que buscan extenderse por el interior del país.
Percibir un negocio
Los fundadores de Panzone notaron en su actividad una oportunidad de negocio. “Vimos la necesidad y lo pensamos bien, dijimos que esto en serio puede ser un negocio y lo hicimos”, dijo Quintana, quien agregó: “Hicimos una inversión, compramos hornos, elementos de trabajo”. En seis a ocho meses después de esa decisión, convocaron a tres personas más: ayudantes de panadería y a un jefe panadero. Entre personal de producción, embalaje, personal administrativo ahora son casi 10.
La puesta en marcha del negocio, entre hornos, refinadoras, heladeras (que ahora ya son reemplazadas por cámaras frigoríficas), entre otros factores de infraestructura, requirió una inversión de aproximadamente G. 45 millones. Con esto, Panzone actualmente tiene una producción que ronda los 700 paquetes por día.
Próximos planes e inversiones
“Nuestra próxima inversión será una máquina que estaremos trayendo de Brasil”, señaló. Esto reduciría costos y aumentaría la producción, además adquirirán un camión más de distribución, siendo ya el tercero.
Sobre proyectos de exportación, Quintana aseguró que se encuentran con todo el empeño y el optimismo direccionado. “Ahora mismo estamos en conversaciones con Uruguay, solamente tendríamos que ver algunos puntos vigentes de empaquetación del país. Pero tendríamos resuelto esto al mismo tiempo que contemos con la máquina traída de Brasil, que nos dará la capacidad de producir 500 a 600 paquetes por hora”, indicó.
“Crecimos en todo sentido, hasta con el personal mismo. Nos ayudó mucho a nosotros las enseñanzas del personal, y crecimos entre todos. Somos un grupo que estamos desde el comienzo y mantener la temperatura, la cocción, la calidad, son todos puntos que aprendimos y cuidamos muchísimo”, concluyó el cofundador.